Redacción / Agencia. México., 16 de enero de 2025.-Los microplásticos, partículas de plástico de menos de 5 milímetros, están cada vez más presentes en nuestro entorno y, lamentablemente, también en nuestros alimentos. Su impacto ambiental y potencial daño a la salud humana los ha convertido en objeto de preocupación global.
A continuación, exploramos dónde se encuentran, cómo llegan a nuestra mesa y qué podemos hacer al respecto.
¿Cómo llegan los microplásticos a los alimentos?
La contaminación por microplásticos es una consecuencia directa del uso masivo de plásticos en la vida cotidiana y su degradación en el medio ambiente. Estas partículas pueden ingresar a la cadena alimenticia a través de:
Aguas contaminadas: Los microplásticos presentes en ríos, océanos y aguas subterráneas contaminan a los organismos que habitan en estos ecosistemas.
Uso de fertilizantes y compost: Muchos fertilizantes contienen residuos plásticos que se integran al suelo y posteriormente a los cultivos.
Envases y procesado industrial: Durante el almacenamiento y procesamiento de alimentos, las partículas de plástico pueden desprenderse de los envases o máquinas industriales.
Alimentos comúnmente contaminados con microplásticos
Mariscos y pescados:
Organismos como mejillones, ostras y peces son especialmente vulnerables, ya que filtran agua o ingieren fragmentos de plástico presentes en su hábitat. Un estudio de la Universidad de Gante en Bélgica estimó que quienes consumen mariscos podrían ingerir hasta 11,000 fragmentos de microplásticos al año.
Sal de mesa:
Investigaciones han encontrado microplásticos en diversas marcas de sal marina, de roca y de lago, con mayores concentraciones en la sal marina debido a su extracción directa del agua salada.
Frutas y verduras:
Aunque podría parecer sorprendente, alimentos como zanahorias, manzanas y lechugas también pueden contener microplásticos. Esto se debe al riego con aguas contaminadas y a la acumulación de partículas en el suelo.
Agua embotellada y del grifo:
Un estudio realizado por Orb Media halló microplásticos en el 93% de las marcas de agua embotellada analizadas. Aunque los niveles varían, es un recordatorio de la omnipresencia de estas partículas.
Productos procesados:
Alimentos como pan, leche y miel pueden contaminarse durante su producción, transporte o envasado en plástico.
¿Cómo afecta a la salud los microplásticos?
Aunque los estudios aún están en curso, algunos de los riesgos potenciales incluyen:
Inflamación y daño celular:
Los microplásticos pueden causar respuestas inflamatorias al entrar en contacto con tejidos humanos.
Disruptores endocrinos:
Los aditivos plásticos, como los ftalatos, pueden alterar el sistema hormonal.
Acumulación en órganos:
Estudios recientes han detectado microplásticos en sangre, hígado y pulmones humanos.
Es importante mencionar que esto podría convertirse en un problema de salud en un futuro.
Fuente: Milenio