ColumnaYamiri Rodríguez Madrid

Los derechos humanos en Veracruz, ¿avance o retroceso?

La vuelta a Veracruz en un teclazo

Yamiri Rodríguez Madrid

Pese a la promoción nacional que se hace de cuáles son nuestros derechos humanos, en Veracruz su respeto no ha tenido avances; por el contrario, hoy ocupamos primeros lugares en varias violaciones a nuestras garantías individuales. Ejemplo de lo anterior son ya los números casos de crímenes de odio, los feminicidios y otras agresiones contra mujeres, las desapariciones forzadas, las vejaciones a migrantes que aún se registran y, por supuesto, los crímenes de periodistas, por mencionar unos solos ejemplos.

La Convención Americana, de la cual somos partes, consagra como derechos y libertades el derecho a la vida, a la integridad personal, a la libertad, de conciencia y de religión, de pensamiento y de expresión; el derecho de reunión, la libertad de asociación; protección a la familia; derecho al nombre y a la nacionalidad, así como a la propiedad privada, de circulación y residencia; derechos políticos; igualdad ante la ley, derechos del niño al reconocimiento a la personalidad jurídica, protección judicial; derecho a la indemnización, protección de la honra y de la dignidad y el desarrollo progresivo de los derechos económicos, sociales y culturales.  Muchos de estos son pisoteados a diario y, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), no ha destacado por la defensa de los mismos.

Una vez más, sus estadísticas están por demás empolvadas.   El Indicador de Cumplimiento de Recomendaciones Veracruz (ICRVER) –que en su propia explicación contiene información objetiva del cumplimiento de recomendaciones emitidas a las autoridades responsables y mediante este indicador, se puede medir el grado de cumplimiento general y de cada recomendación específica en las resoluciones-, no se ha actualizado desde 2022. Y pese a que ya estamos en septiembre, El Sistema Estatal de Indicadores de Violaciones a DDHH en Veracruz (SEIVDDHHVER), herramienta que evalúa el avance o retroceso en el goce de los derechos humanos en la entidad y que “se constituye como una valiosa fuente de información, ya que abona sustancialmente al cumplimiento de los objetivos del Programa de Trabajo de la actual Presidencia de la CEDH”, se quedó en el 2023.

La comunicación de la Comisión es además pobre, no solo por las faltas de ortografías, sino porque raquítica, sin nada trascendente para las y los veracruzanos.    Si la titular Namiko Matzumoto sigue por la misma ruta de estos años, pocos cambios habrá en el verdadero reconocimiento de las garantías individuales. ¿O usted cree que estamos mejor en esta materia que hace cinco o diez años?

@YamiriRodriguez

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