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RTV, circo, maroma y teatro del Cuícaras

Línea Caliente

Por Edgar Hernández*

Rumbo a los cuatro años de gobierno Cuitláhuac García, no logra superar su fatuidad. Sigue siendo un tonto a quien aplauden los tontos que lo rodean y está cierto que la ciudadanía, la opinión pública somos igual que él.

Acaso por ello bien lo define el columnista más leído de México, Raymundo Rivapalacio, cuando dice que “Cuitláhuac no es más tonto porque no tiene más horas del día”.

Ayer el gobernador, quien ¡Bendito Dios! se va el primero de diciembre del 2024, despliega en su página oficial de las redes sociales otro logro más de su gobierno, la renovación de la concesión de la radio y televisión estatal –RTV- por 15 años más.

¡Vaya logro!

Y para darle el toque cuatroteista estilo Peje, acusa al pasado de poner en riesgo la desaparición de la emisora cuando la realidad apunta que en 40 meses de su gobierno y ante la advertencia de que estaba por vencerse la “concesión” el pasado 30 de diciembre, olvidó renovar el trámite ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

¿Qué pasó?

Pues simplemente que el director de RTV, Víctor Hugo Cisneros dejó al “ahí se va” la gestión y poco importó al atarantado Coordinador de Comunicación Social, Iván Luna Landa, quien si olvida bañarse regularmente, cómo podría recordar un trámite burocrático que sacó del aire a la emisora por primera vez en su historia.

El sobrino del Bola #8, que sabe de televisión lo que Cuitláhuac sabe de gobernabilidad, declaró a la prensa:

“Imagínate la cara que puse cuando el jurídico me dijo: director, no renovaron la concesión. Me quedé con la cara de whats, ¿Qué, qué? ¿Cómo? ¿Es neta? Inverosímil de entrada creerlo, porque sin concesión no hay televisión”.

Con ese lenguaje se justificaba el responsable una señal de televisión para más de ocho millones de veracruzanos.

Ya desde finales del año pasado escribíamos en este mismo espacio que con más coraje que tristeza los rescatadores del viejo Canal 4+, hoy Radio y Televisión de Veracruz –RTV- lamentábamos como un tarado como  Víctor Hugo Cisneros y la bola de ignorantes que lo rodean, habían olvidado hacer un simple trámite burocrático que dio origen a que la televisora fuera sacada del aire.

RTV, antes “CuatroMas” que arrancó en los ochenta gracias al impulso del gobernador Rafael Hernández Ochoa, la misma que dejó en el abandono Agustín Acosta Lagunes y rescató Fernando Gutiérrez Barrios, ahora en manos de Cuitláhuac García, simplemente olvidó la renovación de la concesión por tener al frente de esa empresa a un recomendado, al sobrino del Bola #8.

Ya desde aquel momento, diciembre de 2021, se le hizo fácil a Cuitláhuac echarle la culpa a Miguel Angel Yunes, para justificar su indolencia.

“Desde hace cuatro años debió hacerse el trámite y finalmente hacer como que no entendieron que dicha concesión de la emisora, que es permisionaria, tiene que renovarse cada 20 años”, dijo justificando el cierre de trasmisiones.

Mentía al no precisar que son dos años previo al vencimiento cada 15 años.

Esa víspera navideña pues, hace 5 meses, daría lugar a que se perdiera la cobertura que prácticamente cubría las dos terceras partes  del territorio veracruzano.

 En 1987, cuando se rescató, tenía el 9 por ciento de audiencia. Dos años gracias a la voluntad del gobernador Gutiérrez Barrios y el esfuerzo de comunicadores como Raúl Peimbert, Roberto Villarreal, el tesorero Raúl Ojeda y la Coordinación que en esa época encabezaba quien esto suscribe, fue posible dejar a la emisora en un 70 por ciento y la radio en el 90% gracias al apoyo de TRM, la televisora oficial de la República Mexicana.

 Ya para la era de Miguel Alemán, se modernizaron las instalaciones que albergan ahora a RTV ampliando al mismo tiempo la cobertura que llegó al 90% gracias al apoyo de RTC de México que le dio presencia nacional.

Hoy se anuncia el regreso de la señal de RTV con cambio de números y siglas  -26 (542-548 MHz), bajo el distintivo XHCPO-TDT, con un radio de cobertura máximo de 150 kilómetros; la vigencia de la concesión es a 15 años, contados a partir del 01 de enero de 2022 y por tanto vence el 01 de enero de 2037 por disposición del Instituto Federal de Telecomunicaciones.

Será una concesión nueva ya que la original la dejaron perder.

RTV ya mismo no es más que una emisora panfletaria alejada de la cultura, las tradiciones y la información veraz y objetiva.

Ganar audiencia no es cosa fácil ante el alud de televisoras fuertes de cobertura nacional y la basta cobertura de las redes sociales que están llevando a la muerte súbita a la televisión tradicional, como para ahora observar que RTV busca sobrevivir en medio de la mediocridad, las transas y la ineptitud de sus recomendados.

Su presupuesto anual supera los 75 millones mismo que da preferencia a los salarios y viáticos descuidando el mantenimiento y renovación del equipo e instalaciones que hasta antes de que llegaran funcionaba al ciento por ciento.

¿Qué pasó entonces?

Nada, solo le entregaron el medio de comunicación más importante del Estado a los pendejos.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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