Redacción / Milenio, México. 11 de febrero del 2022.- La juez Allyne R. Ross, de la Corte Federal del distrito este de Nueva York, en Estados Unidos, sentenció con hasta 39 años de prisión a cinco miembros de la organización de Trafico Sexual Meléndez Rojas, originarios del municipio de Tenancingo, Tlaxcala.
La juez sentenció a los hermanos José Miguel, José Osvaldo y Rosalío Meléndez Rojas a cumplir 39 años y cinco meses de prisión, mientras que Francisco Meléndez Pérez y Abel Romero Meléndez recibieron 25 y 20 años de castigo respectivamente.
El grupo de traficantes comenzó a operar en Nueva York desde el 2006 y hasta julio del 2017, tiempo durante el cual contrabandearon al menos a seis mexicanas, dos de ellas menores de edad, a las que prostituyeron en la modalidad de servicio a domicilio con clientes que las solicitaban en los cinco barrios de la misma ciudad estadunidense, pero también en los estados de Delaware, Connecticut y Nueva Jersey y en ciudades como Filadelfia, a dos horas en auto de la Gran Manzana.
Tras ser detenidos los miembros de la Organización Meléndez Rojas tomaron la decisión de irse a juicio, el cuál se celebró en la primera quincena de marzo del 2020 y culminó pocas antes de que la pandemia de coronavirus tomara fuerza en la ciudad de Nueva York.
En aquellas jornadas, cinco de las víctimas testificaron y luego de dos semanas un jurado halló a los acusados culpables dentro de un dictamen que contenía 18 cargos, entre los que se hallaban conspiración de contrabando de extranjeros, tráfico sexual, tráfico y transporte de un menor, lavado de dinero y reingreso ilegal, entre otros.
Durante el juicio, la víctima «Delia» declaró que su captor, Francisco Meléndez, alias La Mojarra, la llevó a Estados Unidos prometiéndole trabajo y una vida matrimonial juntos, pero que en lugar de eso la obligó a prostituirse cuando ella apenas había cumplido 14 años.
“El trabajo era como si pidieran comida para llevar a domicilio, pero me llevaban a mí”, dijo ella al jurado de doce ciudadanos que la escuchaban muy serios en aquellas audiencias.
En el pequeño estado de Delaware, la labor era distinta pues el “lugar de trabajo” era un tráiler viejo y muy pequeño, lleno además de agujeros por donde se colaba el frio y que administraban dos sujetos, uno de ellos llamado Cristian. Ahí llegaban los clientes que pagaban 30 dólares por 15 minutos de relaciones sexuales.
Además de los maltratos de quien se suponía era su pareja, Delia se decidió a huir luego de haber recibido varias palizas por parte de clientes que al parecer disfrutaban maltratándola. Asimismo, uno de ellos la aventó a un closet y otro más le sacó un cuchillo, el cual puso en sus costillas amenazando con matarla.
Pero cuando le decía a Francisco lo que había sufrido él le decía que tenía que seguir adelante. El tío Rosalío llegó a amenazar a Delia diciéndole: “si algún día decides escapar, por 50 mil pesos yo puedo contratar a un sicario que mate a toda tu familia, sin importar si hay niños o abuelos”.
Un día, Delia consideró que era suficiente y fue a la policía. Su caso se volvió emblemático al grado de ser invitada al Senado de Estados Unidos a dar su testimonio, oferta que finalmente rechazó.
También en el juicio, las víctimas “Fabiola” y “María Rosalba” acusaron que Rosalio y José Osvaldo las obligaron a trabajar como prostitutas mediante amenazas, abuso físico y abortos forzados. “Diana” dijo fue contrabandeada a Estados Unidos siendo menor de edad y obligada a trabajar para beneficio de José Miguel quien la golpeó y ultrajó frente a sus cómplices cuando ella quiso escapar. “Verónica” acusó a José Miguel de haberla amenazado con “cortar a su madre en pedacitos” si ella no cooperaba.
El agente interino del departamento de Investigaciones de Seguridad Interior (HSI), Ricky Patel, aclaró que “la sentencia de estos traficantes no habría sido posible sin la cooperación y el testimonio de las valientes víctimas”. También agradeció a las corporaciones mexicanas Fiscalía General de la República, la Policía Federal y el Centro Nacional de Atención a los Cibercrímenes contra Menores (CENADEM).
Los tres hermanos Meléndez Rojas tienen actualmente entre 40 y 45 años así es que los más de 39 años a que los condenaron, son como sentencias de muerte para ellos.
Un sexto acusado en este mismo caso, Fabian Reyes Rojas, optó por no ir a juicio y, en diciembre del 2019, se declaró culpable de conspiración de tráfico sexual y tráfico sexual, aunque aún no recibe sentencia.