Redacción / Milenio. México. 26 de abril del 2022.- El costo por kilo de pollo se ha disparado en comparación a épocas previas a la pandemia ya que de costar 65 pesos por kilo, hoy está entre 85 y 90 pesos por cada kilo, así que las familias hacen el esfuerzo por comprar el alimento.
Andrés Hernández, responsable de la pollería “Tres Hermanos Hernández y uno más», informó que antes de la pandemia el precio por kilo de pollo estaba a 65 pesos, se mantuvo lo más que se pudo, pero fue en este mismo año que comenzó a aumentar de forma más considerable.
Hace un año, en el mes de abril, rondaba los 70 pesos por kilo; sin embargo, en la recta final de abril el costo oscila entre los 85 y 90 pesos por cada kilo de pollo fresco, ya que el precio varía por zonas, por colonias o por centros comerciales.
Estiman que los aumentos más fuertes han sido en este año, de dos o tres pesos, pero “por lo menos cuatro o cinco aumentos si se han registrado durante el primer cuatrimestre del año» y por eso el producto cárnico es más costoso.
Aunque no tienen certeza de las causas que han generado los incrementos, los comerciantes detallaron que todo está relacionado a los aumentos de los insumos, gasolina o problemas como sequía, que impactan a los productores.
El costo de los filetes de pollo es aparte, ya que al ser pura carne supera los 200 o 250 pesos, un producto que antes rondaba los 180 pesos, los cuales son populares para algunos restaurantes y negocios de comida corrida.
Dicho establecimiento ubicado en el mercado municipal de Tampico que recién ha sido inaugurado, los ciudadanos acuden y hacen compras a la medida, de acuerdo a sus necesidades económicas.
Un señor, antes de seguir con sus compras, le explica a quien atiende el negocio ciertos datos específicos, es como si comprara las piezas de pollo exactas para que se las comiera la familia.
“Quiero pollo para el caldo, por favor, si me puede poner tres mollejas estará bien, aparte de lo de siempre, pero aparte una piernita para la niña que no come otra cosa», refirió el cliente, quien siguió llevando a cabo sus compras.