Redacción / Milenio. México. 12 de febrero del 2024.- Las relaciones violentas, conocidas coloquialmente como tóxicas, son más comunes de lo que se piensa.
En entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios, la especialista Maribel Sáenz explicó la manera en que funcionan y cómo afectan en la autoestima de la persona.
“Estas relaciones tóxicas se establecen a partir del poder de la subordinación, del poder de uno más fuerte sobre el otro o la otra. Generalmente hablamos de una relación en donde el que ostenta el poder decide para ambos”.
Existen diversas señales que pueden evidenciarse al estar en una relación violenta, pueden ser pedir explicaciones a cualquier acción, celos, solicitar ubicación actual, elegir vestimenta y manipulación, pero la incomodidad siempre existe y es la señal más contundente.
“Es como cuando te hacen cosquillas, te ríes un chorro, es divertido, pero te duele la panza de tanto reírte y dices: ‘Ya no me hagas porque me duele’, es incómodo, hay una incomodidad, se empieza a decir: ‘Ay, no me gustó, pero bueno, se le pasa o se me pasa mí y como que no me doy cuenta, esa incomodidad no se quita nunca”.
Diferenciar actitudes de una relación sana y una que es violenta puede ser en ocasiones complicado, pero es algo que no es tan sencillo de percibir mientras se encuentra en estado de enamoramiento.
Dijo que de ninguna manera el amor tiene que doler, ni tampoco que genere alguna incomodidad y molestia, porque si esto ocurre es porque existe una situación que no está funcionando.
“El amor no tiene por qué doler, y si algo es incómodo y está generando molestia o dolor, es que no está bien, algo ahí no está fluyendo, no está funcionando”.
La autoestima y la seguridad personal son los elementos más afectados al experimentar una relación de este tipo, y recuperarlos no es un proceso sencillo de llevar.
Agregó que tampoco es recomendable buscar a otra persona de inmediato para poder aliviar ese daño generado por esa relación tóxica, y por ello es importante buscar ayuda profesional para sanar esa situación que se vivió y poder iniciar una nueva relación.
“Yo le hablaba de un clavo saca otro clavo. A veces es complicadísimo, pero buscar ayuda, la que quiera. Ojalá sea profesional, pero ayuda”.
Las relaciones violentas continuarán presentándose, por lo que informarse y conocer de qué manera se podría evitar caer en ellas es algo que se debe considerar, lo cual se logrará con el apoyo de la familia y la asesoría de un profesional de la salud mental.
