Ricardo Solaback.-Además de vender piratería, los locatarios de la plaza Izazaga 89 mantenían a sus empleados sin prestaciones ni derechos laborales, y al enterarse del operativo federal en el que se decomisaron miles de piezas les ofrecieron como liquidación la mercancía que pudieran llevarse.
El sábado, el centro comercial ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México anunció el cierre de sus operaciones “hasta nuevo aviso” y por la noche las autoridades federales colocaron sellos de suspensión de actividades en las diferentes entradas del inmueble.
Con más de mil 500 locales a lo largo de 16 pisos, el edificio era viral en redes sociales por la venta de productos chinos de bajo costo, con modelos que imitaban a los originales de marcas como Marvel, Nintendo y Disney, entre otras muchas.
MILENIO acudió al lugar este domingo, donde trabajadores contaron que después del decomiso algunos patrones asiáticos les propusieron tomar mercancía a cuenta de su liquidación, aunque otros los dejaron a su suerte.
“Todavía nos dieran mercancía o mínimo algo, pero no, ni siquiera, fue de repente. Sí es triste, porque uno se queda con la impresión y el impacto de decir ‘qué voy a hacer, a dónde me voy a ir’, y te empiezas a cuestionar muchísimas cosas, como en mi caso qué voy a hacer”, comentó Ximena, una joven que apenas tenía un mes trabajando en uno de los locales.
“Unos habían dicho que (el operativo) era hasta las 11. Tenían tiempo de sacar la mercancía y ¡vámonos!, pudiste sacar todo lo que pudiste, pero mientras los demás a la suerte, ni siquiera te doy esto, solo llegaron, sacaron las cosas, lo importante, la caja, y ya se fueron”.
Para trabajar en estos locales, los empleados no firmaron algún contrato, por lo que tampoco tenían garantías ante un despido y ahora no saben qué pasará con su salario.
“Nada más (te pedían) tu solicitud y algunos papeles y ya. Pero en sí, como tal, un contrato, no. No estamos dados de alta en el seguro o alguna prestación, no, nada”, agregó Ximena.
—¿Cuánto les pagaban?
—A la semana, en algunos locales son casi los 2 mil pesos (semanales), depende, uno tenía una conocida que le pagaban mil 500.
Evelin, una locataria mexicana, aseguró que ella sí cuenta con facturas de los productos que vende, pero dijo que lo único que pudo llevarse fue la computadora y la caja registradora.
En tanto, el señor Xiun, un locatario de origen chino, pidió a las autoridades dos días de tolerancia para sacar su mercancía.
“Ahora nosotros no tenemos para alimentar familia, nosotros aquí esperar, nosotros ahora no queremos abierto, pero ahora nosotros queremos sacar cosas, solo uno o dos días más”, clamó.
Las autoridades informaron que se iniciará el proceso de extinción de dominio del inmueble, mientras tanto permanece vigilado en sus inmediaciones por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina.
Fuente: Milenio
