- Advierten que harán lo mismo el 26 en Palacio Nacional
Carlos Guzmán | Corresponsal CDMX. México. 24 de septiembre del 2024.- Desde tempranas horas de este martes, más de veinte camiones con estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa llegaron a las inmediaciones del Senado de la República, en lo que se previó como una jornada de protestas significativa.
Padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014, acompañados por estudiantes de diversas Normales Rurales del país, realizaron un mitin en las afueras del recinto legislativo para exigir justicia y el esclarecimiento del caso Ayotzinapa, que se encuentra a casi diez años de la desaparición forzada de los jóvenes en Iguala.
Durante el mitin, los familiares exigieron la presentación con vida de sus hijos y manifestaron su expectativa de que la próxima gestión de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, demande al Ejército la entrega de los 800 folios del Centro Regional de Fusión de Inteligencia (CRFI) que operaba en Iguala en 2014.
Además, demandaron que se continúen las líneas de investigación planteadas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes (GIEI) y la extradición de Tomás Zerón, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal.
Al concluir el mitin en conmemoración de la desaparición de los 43 normalistas, algunos de los asistentes lanzaron petardos hacia el Senado, lo que generó una rápida reacción del personal de seguridad, que tuvo que alejar a quienes se encontraban cerca del salón de sesiones en el patio del Federalismo.
Legisladores que salían del pleno, donde se había llevado a cabo la primera de las tres sesiones programadas para el día, comentaron que los explosivos lanzados parecían más bombas que cohetes.
Tras ser replegados por elementos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC), varios demos bornakistas advirtieron que esto solo es una muestra de la “despedida” que le darán al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador el 26 de septiembre cuando marchen hacia el Zócalo, pese a que Palacio Nacional ya es resguardado desde ayer por vallas de más de tres metros de altura.