Redacción / Milenio. México. 25 de marzo del 2022.- Dijo que esta propuesta que se analiza en el Senado de la República busca corregir el mal llamado “mandato cultural”, producto de los estereotipos y roles de género que ha provocado una sobre carga de trabajo para ellas.
Sánchez Cordero señaló que ahora las niñas y adolescentes han dejado sus escuelas “para irse a cuidar, y eso es gravísimo”, porque es una generación a la que se le están negando alternativas para su desarrollo.
La presidenta del Senado asistió al conversatorio “Los Sistemas Nacionales de Cuidados en América Latina”, que organizaron las comisiones para la Igualdad de Género y de Desarrollo y Bienestar Social, que presiden las senadoras Martha Lucía Micher Camarena y Elvia Marcela Mora Arellano.
Recordó que, en esta región, los cuidados como actividad se desarrollan en condiciones de alta desigualdad, pues se magnifica el estereotipo de que “solamente a las mujeres nos toca el rol de cuidadoras”.
“Quien cuida no tiene condiciones de acceso a la seguridad social, no tiene reconocimiento, no tiene remuneración adecuada y sabemos también, que muchas de nuestras mujeres en América Latina tienen dos, tres o más jornadas laborales”.
Por eso, enfatizó, “estamos empeñadas” en que exista una remuneración adecuada para quienes se dedican a esta actividad, así como el acceso a servicios de cuidados en suficiencia y calidad.
Adelantó que se busca con las secretarías de Educación y de Bienestar y Desarrollo que las mujeres cuidadoras tengan la posibilidad de capacitarse y certificarse, en temas específicos para el cuidado de ancianos, personas con discapacidad o niños recién nacidos.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena, aseveró que los trabajos de cuidados y domésticos no remunerados son un tema central de la agenda feminista, por el alto impacto que tienen en la vida de millones de mujeres de todas las edades.
La división sexual del trabajo en nuestros países hace que estas labores recaigan, de manera desproporcionada, sobre las mujeres, y que incida de manera negativa en su vida laboral y educativa, así como en su salud física y mental.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Desarrollo y Bienestar Social, Elvia Marcela Mora Arellano, expresó que es urgente diseñar un nuevo contrato social, en el cual las tareas de cuidados se asuman como un tema de responsabilidad compartida, entre el Estado, la sociedad en general, mujeres y hombres.
Mora Arellano acotó que es sumamente necesario tener un sistema de cuidados, “por eso estamos aquí, porque debemos terminar con el modelo de bienestar familiar”, en el cual, las políticas públicas dan por hecho que es responsabilidad de las familias asumir la provisión de cuidado de todos sus miembros, lo que condena, casi siempre, a las mujeres a dicha actividad.
Nadine Gasman Zylbermann, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, dijo que esta instancia acompaña al Poder Legislativo en la expedición de la Ley General del Sistema Nacional de Cuidados, así como la reforma constitucional del artículo 4 y 73, para establecer el derecho humano al cuidado digno.
Lourdes Colinas, de la Oficina Nacional de Programas de ONU Mujeres México, expresó que invertir en los cuidados es una medida inteligente, es una disposición fiscal viable que contribuirá a una recuperación económica más rápida e incluyente ante la crisis sanitaria.
Lo cual, añadió, nos hace ver que no es un costo sino una inversión, genera un triple dividendo, debido a que contribuye al bienestar de las personas, permite la creación de empleos directos e indirectos y facilita la participación de las mujeres en el mercado laboral.
María Cristina Perceval, secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina afirmó que su país implementó un proyecto de Ley para crear el Sistema Integral de Cuidados con perspectiva de género y enfoque de derechos humanos, el cual, de aprobarse, permitirá crear 200 mil puestos laborales.