Redacción / Ventanaver. Xalapa, Ver. 26 de diciembre del 2024.- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte informa acerca de los tics nerviosos, un padecimiento físico generalmente benigno, pero que puede impactar la convivencia social de quienes lo presentan.
“Los tics nerviosos son un trastorno que se caracteriza por la presencia de movimientos súbitos que parecen tener alguna intención específica pero no la tienen; sin embargo, le genera cierto alivio al paciente el poder realizarlos”, explicó el médico especialista en Neurología del Hospital General de Zona (HGZ) No. 11, Omar Alfredo Ramírez Tamayo.
Entre los signos más comunes de los tics se encuentran conductas repetitivas y recurrentes como: apretar la mano, levantar el brazo, carraspear, guiñar un ojo, movimientos faciales, entre otros.
El especialista señaló que, la causa de este padecimiento radica en una alteración en la comunicación en una zona del cerebro llamada núcleos basales. Estos se encargan de regular los movimientos adecuados, diferenciando lo que debe hacerse de lo que no; siendo este problema de comunicación lo que provoca espasmos anormales.
Existen tres tipos de tics nerviosos, los cuales son: tics motores que implican el movimiento de alguna de la extremidad; tics vocales que generan el movimiento específicamente de la región oral, y los complejos, que involucran una combinación de ambos.
Por lo regular, esta clase de trastornos tiene una evolución benigna, siendo mayormente presentados durante la infancia; sin embargo, cuando un tic implica un problema para el paciente en su vida cotidiana; ya sea en el ámbito familiar, escolar o social, y se acompaña de alguna otra patología como. trastornos obsesivos compulsivos, depresivos o de ansiedad, se debe asistir al médico para una valoración.
El IMSS en Veracruz Norte cuenta con los servicios médicos necesarios para controlar este tipo de condiciones, incluyendo el área de Pediatría, dado que esta condición afecta principalmente a la población infantil; Neuropediatría, para tratamientos especializados, y el servicio de Neurología Clínica para adultos, cuando este padecimiento persiste en etapas posteriores de la vida.
Ramírez Tamayo recomendó que, en caso de observar movimientos anormales y repetitivos en un menor de edad, especialmente si se acompañan de otros síntomas; se debe intentar grabar los episodios para posteriormente acudir a revisión, primero por el médico familiar, para ser referidos a la especialidad en caso necesario.