
«EN LA JUSTICIA Y LA VERDAD, ENCONTRAMOS LA PAZ»
“La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron” (Salmo 85,11)
Redacción / Ventanaver. Xalapa, Ver. 3 de junio del 2025.- El anhelo de justicia se encuentra en el corazón de todo ser humano y es el fundamento de toda sociedad que aspira a vivir en orden y en paz. Por tal motivo, cualquier esfuerzo por lograr el acceso pleno a la justicia, sobre todo para los más débiles, siempre será bienvenido.
En este sentido, una mejora del sistema de impartición de justicia es deseada por todos. Sin embargo, junto a muchos ciudadanos vimos con preocupación la aprobación de la reforma judicial y la aplicación de ésta para elegir ministros, magistrados y jueces puesto que hubo evidentes inconsistencias y confusiones, fruto de un proceso acelerado y no consensuado que provocó inquietud y desaliento.
La decisión del 87% de los mexicanos electores de no participar en las votaciones del 01 de junio, refleja tal vez este desaliento; es un mensaje que en un ejercicio democrático no se puede pasar por alto y que los actores políticos tendrán que ponderar con madurez, inclusión y visión política, para corregir lo que sea necesario. Además, elrespeto al voto emitido en cualquier sentido, incluso el de protesta, por quienes sídecidieron participar será una tarea que las autoridades competentes deberán cumplir concelo y compromiso con México.
Más allá de la decisión personal de quienes acudieron a votar y de aquellos queoptaron por abstenerse, así como la opinión sobre el proceso mismo, hoy es tiempo deconstruir caminos de encuentro, reconciliación y paz que renueven nuestra esperanza,como nos ha exhortado el Papa León XIV. Para que esto sea posible requerimos unsistema de justicia cualificado y autónomo. Hacemos votos para que quienes fueronelegidos asuman con honestidad, profesionalismo, independencia y amor a México sudelicada misión de impartir justicia aplicando la ley imparcialmente.
Exhortamos a las autoridades de los tres poderes del Estado y de los tres órdenes de gobierno, con humildad y esperanza, a actuar con justicia e integridad respetando la autonomía de cada poder y fortaleciendo el estado de derecho. Urgen artesanos de la paz, constructores de esperanza, mexicanas y mexicanos comprometidos por construir un México más justo y pacífico, donde todos encuentren la posibilidad de una vida digna; donde la justicia y la paz puedan palparse cada día con mayor viveza.
Nuestra Madre Santísima de Guadalupe es testimonio vivo de que México puede caminar unido, en paz, respetándonos en nuestras diferencias y construyendo juntos un México que sea tierra de esperanza para todos. A ella confiamos la unidad de nuestra nación.