Redacción / Milenio. México. 30 de julio del 2021.- En Veracruz, una joven de 20 años denunció ante la Fiscalía Especializada que fue abusada sexualmente por el médico Jesús Raymundo ‘N’, de 33 años, quien «se sobrepasó» con ella cuando quiso asistir a realizarse una prueba de covid-19 en una cadena de farmacias en Boca del Río.
La familia del acusado intentó negociar y llegar a un acuerdo monetario con la víctima, pero ella exigió que se aplique la ley. En conferencia de prensa, la joven y su madre lamentaron que no haya seguridad ni en un consultorio médico.
El 28 de julio, poco antes de las 15:00 horas, la joven acudió con su madre a realizarse una prueba de coronavirus, pues estuvo en contacto con personas enfermas; otras tres amigas más fueron también, pero pasaron antes que ella y se retiraron.
Poco antes de ser detenido, Jesús Raymundo ‘N’ le dijo a la chica que solo había «bromeado» con ella y que creía que se estaban llevando bien.
La mujer narró que ella entró sola al consultorio porque así lo pidió el médico, quien, después de aplicarle la prueba y salir negativa, comenzó a hacerle preguntas personales, como si era soltera o si tenía novio.
Después le tocó las piernas, le dio masaje en la espalda y hombros, para después meter sus manos dentro de su blusa. También le dijo que «necesitaba revisarla más» y comenzó a tocar sus partes íntimas.
La víctima explicó que no sabía qué hacer, pues nunca se había visto en una situación así, y acusó que el abuso ocurrió de la siguiente mane.
“El doctor me pregunta que si yo tenía novio, a lo que yo contesté que no, que no tenía novio. No me dejó ir y me dijo que me sentara en la camilla para que pudiera seguir revisándome. En ese momento me puse muy nerviosa, pero accedí a sentarme en la camilla porque pensé que el doctor sabía lo que estaba haciendo, que era su trabajo».
«Me senté en la camilla y empezó a revisarme la garganta, pero después comenzó a hacerme masaje en los hombros, en el cuello, en la espalda, siguió después acariciando mi espalda hasta que metió sus manos debajo de mi blusa y empezó a acariciar mis caderas y mi cintura. Me dijo que yo estaba muy tensa”.
Explicó que el médico se negaba a dejar que se retirara, decía que tenía que seguir revisándola, por lo que ella preguntó si podía enviar un mensaje rápido porque la estaban esperando.
La mujer envió un mensaje a sus amigas y les pidió avisarle a su mamá que estaba esperándola afuera. Explicó que se comunicó con ellas antes de que el médico le quitara su celular.
La madre de la chica entró y se la llevó. Ambas pidieron hablar con el gerente de la farmacia y después denunciaron el hecho al número de emergencia 911.
Finalmente, el médico se negó a salir del consultorio, por lo que llegaron sus familiares y trabajadores de la Comisión de Derechos Humanos. Tras varias horas, finalmente salió, fue detenido y trasladado al penal preventivo de Playa Linda al norte de la ciudad de Veracruz.