Carlos Guzmán | Enviado, Acapulco. México. 17 de enero del 2025.- La Unión Europea (UE) y México concluyeron la madrugada de este viernes, tiempo del centro de México, las negociaciones para modernizar su acuerdo comercial y de asociación, vigente desde el año 2000. Este nuevo pacto establece un marco ambicioso y actualizado para profundizar y ampliar el diálogo político, la cooperación y las relaciones económicas entre ambas partes.
El acuerdo eliminará prácticamente la totalidad de los aranceles sobre las importaciones procedentes de la UE, beneficiando especialmente a productos agroalimentarios como quesos, carnes de ave y cerdo, pastas, manzanas, mermeladas, confituras, chocolate y vino. Además, ampliará la protección de 568 productos europeos icónicos y tradicionales, agilizando los procedimientos administrativos para facilitar exportaciones más rápidas y económicas.
Este pacto también incluye compromisos jurídicamente vinculantes en materia de derechos laborales, protección del medio ambiente, cambio climático y conducta empresarial responsable. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó que este histórico acuerdo demuestra que un comercio abierto y basado en reglas puede proporcionar prosperidad, seguridad económica, acción climática y desarrollo sostenible.
La conclusión de las negociaciones se produce en vísperas de la asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, quien ha manifestado su intención de imponer aranceles significativos a las importaciones mexicanas y europeas. Este contexto ha impulsado a la UE y a México a fortalecer sus lazos comerciales y reducir su dependencia económica de Estados Unidos.
El comercio de bienes entre la UE y México alcanzó los 82,000 millones de euros en 2023, mientras que el intercambio de servicios llegó a 22,000 millones de euros en 2022, consolidando a México como el segundo socio comercial más importante de la UE en América Latina.
Para que el acuerdo entre en vigor, aún es necesaria su firma y ratificación por parte de las autoridades legislativas de ambos lados. Este proceso podría enfrentar desafíos, especialmente por parte de agricultores europeos que podrían expresar sus reservas.