Redacción / Ventanaver. Ciudad de México., 06 de febrero de 2021.- La Fiscalía General de la República (FGR) tuvo certeza del lugar donde se ocultaba el ex gobernador Mario Marín desde el domingo pasado, al ubicarlo en la casa de una de su hermana ubicada en Acapulco, Guerrero.
De esa manera, Fiscales Federales solicitaron una orden judicial para poder catear el inmueble y con ello montar un operativo de vigilancia encubierta las inmediaciones de la Calle Citlaltépec de la Colonia Cumbres de Figueroa del puerto guerrerense; el objetivo del mismo era impedir que pudiera escapar.
Fueron agentes de operaciones de la Agencia de Investigación Criminal que participarían en la acción, les pidieron sus teléfonos para evitar fugas de información.
Se sabe que previó a entrar a la propiedad donde se ubicaba el objetivo, los únicos que sabían quién era el blanco del operativo eran unos cuantos mandos y oficiales de policía que, desde la Ciudad de México, habían seguido la pista del «Góber precioso». Desde principios de enero ya habían vigilado otros inmuebles.
Llegado el momento, los elementos de operaciones especiales aseguraron al ex Gobernador de Puebla sin resistencia alguna. Lo esposaron, sin mayor complicación. Marín vestía una playera azul tipo polo, pantalón de mezclilla y unos zapatos tenis grises.
«Hasta el momento en que catearon la casa, los agentes se enteraron quién era la persona buscada. El señor estaba temblando de miedo, pero no dijo nada», comentó un funcionario federal conocedor de los hechos.
El ex Mandatario poblano fue trasladado a la subsede de la Fiscalía en el puerto guerrerense, donde pidió hacer una llamada telefónica, y poco después al Aeropuerto Internacional de Acapulco, donde abordó el avión que lo llevó a Cancún.
A más tardar, el próximo miércoles, un juez federal determinará si le dicta la formal prisión por las torturas que presuntamente sufrió en 2005 la periodista Lydia Cacho, a manos de agentes de la Policía de Puebla.
Fuente: Reforma.