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2 de junio, fiesta democrática para vivir fe comprometida, superar división y carencias: Arquidiócesis de Xalapa

Redacción / Ventanaver. Xalapa, Ver., 26 de mayo de 2024.- En su comunicado dominical, titulado “La unidad es signo de una sociedad democrática”, la Arquidiócesis de Xalapa, destacando que este 2 de junio es la fiesta democrática para vivir una fe comprometida y respetar el Estado de Derecho como condición primera  para superar la división y todas  nuestras carencias. 

A continuación el comunicado:

La unidad es signo de una sociedad democrática

La fe del cristiano lo lleva directamente al compromiso con los demás, especialmente con los más necesitados. Siempre será más fácil vivir una fe sin compromiso pues la vida sin esfuerzo es más cómoda. Incluso muchas veces se recomienda vivir una fe sin riesgos ni problemas. Existen muchas formas cristianas de vivir cómodamente. Los creyentes necesitamos tener siempre claro que la vida de fe es sobre todo compromiso y entrega a Dios, a los demás y a uno mismo. Santa Edith Stein expresa que toda persona debe tener claro lo que significa vivir una religión: “La religión no es algo para vivir en un rincón tranquilo y durante unas horas de fiesta, sino que debe ser la raíz y fundamento de los compromisos de toda la vida. Y esto, no sólo para algunos escogidos, sino para todo cristiano que lo sea de verdad”. Evidentemente que el criterio para reconocer a un verdadero cristiano es el compromiso con todas las realidades de la vida.

Las condiciones por las que atraviesa el país no son las mejores, pues es evidente que nuestros problemas son muchos en materia de seguridad, desigualdad social, crecimiento económico, insuficiente empleo formal y digno, cobertura y calidad educativa y de salud, migración, polarización social, y otras problemáticas. Pero el mayor reto radica en que todos nos unamos para hacer frente a dichos problemas que aquejan y lastiman a México y Veracruz. Este 2 de junio es la fiesta democrática para
vivir una fe comprometida y respetar el Estado de Derecho como condición primera para superar la división y todas nuestras carencias. 

La experiencia fundamental para que la fe se viva en clave de compromiso es la confianza en el amor de Dios. No se puede vivir un compromiso real con los desafíos de la existencia real sin una vida de amistad y oración con Dios. Esta relación personal con el Señor favorece la verdadera union y comunicación con los que están cerca de nosotros. La comunicación y la union en la familia se ven favorecidas cuando sus integrantes llevan una vida de oración con Dios. La comunicación familiar y la vida de oración son dimensiones que conviene no dejar de lado en la vida de todo cristiano; los beneficios de ambos factores en la vida del creyente son elementos que enriquecen la existencia de quienes los practican. Santa Edith Stein nos ofrece un hermoso y alentador consejo al respecto: “Nosotros no tenemos que juzgar, sino confiar en la insondable misericordia de Dios. Pero sin eludir nuestras responsabilidades ya que vivimos aquí y ahora para alcanzar nuestra salvación y la de aquellos que nos han sido confiados”. La confianza en Dios a través de la vida de oración es la base de todo compromiso cristiano y de la vida digna para todos.

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