Sacrificarán a 83 elefantes para alimentar personas por hambruna en Namibia, África
Redacción / Agencia. México. 31 de agosto del 2024.-
Sequía. El país matará 723 animales salvajes, “acorde con nuestro mandato constitucional que dice que nuestros recursos naturales se utilizan en beneficio de los ciudadanos”
Namibia, la nación del sur de África, planea sacrificar cientos de sus animales más majestuosos para alimentar a parte de los 1.4 millones de personas —casi la mitad del país— que se encuentran en una crisis de hambre en medio de la peor sequía en un siglo.
El plan, según el cual el país matará a 723 animales salvajes, entre ellos 83 elefantes, para alimentar a la población, es “necesario” y “acorde con nuestro mandato constitucional, según el cual nuestros recursos naturales se utilizan en beneficio de los ciudadanos namibios”, dijo el Ministerio de Medioambiente, Silvicultura y Turismo del país en un comunicado de prensa.
Esta estrategia no es inaudita. “La extracción sostenible y bien gestionada de poblaciones sanas de animales salvajes puede ser una valiosa fuente de alimentos para las comunidades”, escribió en un correo electrónico Rose Mwebaza, directora de la oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en África.
Gran parte del sur de África se está viendo afectada por la sequía. Más de 30 millones de personas de toda la región están afectadas, confirmó en junio el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
Las sequías son comunes en el sur de África, y la región ha experimentado varias en la última década, incluyendo de 2018 a 2021, dijo Benjamin Suarato, un vocero de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, en un correo electrónico. Pero esta ha sido especialmente devastadora y generalizada en toda la región, dijo Juliane Zeidler, directora nacional del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés) en Namibia.
“No hay comida para la gente ni para los animales”, dijo Zeidler el jueves.
Esto se debe en gran parte a El Niño, un patrón climático natural que suele asociarse con un clima más cálido y seco en algunas partes del mundo. Volvió el año pasado y “ha provocado una sequía sin precedentes, en la que algunas partes de la región han recibido menos de la mitad de las precipitaciones anuales”, dijo Suarato.
A medida que la sequía reseca los cultivos básicos y mata al ganado de la región, Namibia está mirando más allá de la agricultura y busca alimento en sus animales salvajes.
Además de elefantes, el país planea sacrificar 300 cebras, 30 hipopótamos, 50 impalas, 60 búfalos, 100 ñus azules y 100 elands (un tipo de antílope).
Disminuir el peligro
Los animales no se matarían solo por su carne. Namibia también intenta minimizar los encuentros peligrosos con humanos que, según dijo, se espera que aumenten durante la sequía, ya que animales y humanos buscan agua y vegetación. (Aunque los elefantes son herbívoros, pueden ser mortales. El año pasado mataron al menos a 50 personas en Zimbabue, según Reuters.
Zeidler dijo que, normalmente, los animales migran en caso de sequía grave. “Pero a medida que la sequía se extiende a todo el país”, dijo, “el espacio para migrar es limitado”.
La situación es calamitosa. La semana pasada, un portavoz de Naciones Unidas confirmó que 84 por ciento de los recursos alimentarios de Namibia “ya se han agotado”.
Además, ésta es una época del año especialmente dura. La agencia de ayuda de Estados Unidos, que el mes pasado anunció una ayuda humanitaria adicional de 4.9 millones de dólares, explicó que de julio a septiembre es el “pico de la temporada de escasez, cuando los alimentos son más insuficientes”.
El recurso de Namibia a la caza salvaje no es nada nuevo. Los habitantes de la región comen al menos algunos de los animales incluidos en la lista de sacrificio del Ministerio de Medioambiente, como la cebra, el ñu azul y el impala, según un reciente informe del gobierno namibio sobre la industria de la carne de caza del país.
Comer carne de caza es habitual en todo el mundo, dijo Mwebaza, y añadió que el consumo sostenible de este alimento está permitido por el Convenio sobre la Diversidad Biológica.
“Siempre que la captura de estos animales se lleve a cabo con métodos sostenibles y científicamente respaldados, que tengan en cuenta el bienestar de los animales y estén en consonancia con la legislación y los compromisos nacionales e internacionales, no debería haber motivo de preocupación”, escribió Mwebaza.
Fuente: Milenio