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Mexicano acusado de espionaje será sentenciado este 19 de enero; podría alcanzar cadena perpetua

  • El científico mexicano, Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, acusado de espiar a Vladimir Putin, recibirá sentencia el próximo 19 de enero.

Redacción / Agencia. Miami, Fl., 18 de enero de 2022.- Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, científico mexicano, destacado por sus logros en la medicina, se encuentra en prisión tras ser acusado por Estados Unidos de realizar actividades de espionaje para el gobierno ruso y recibirá sentencia el próximo miércoles 19 de enero.

Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, el científico mexicano acusado de espionaje
La vida de Héctor Alejandro Cabrera Fuentes dio un giro de 180 grados, pasando de la gloria al infierno, luego de que el pasado 16 de febrero de 2020 fuera arrestado cuando arribó al Aeropuerto Internacional de Miami, Florida, en compañía de su esposa para dirigirse a la Ciudad de México.

Lo que parecía ser un vuelo de rutina se convirtió en una trama de espionaje, ya que el científico mexicano fue detenido en la terminal aérea acusado por el gobierno de los Estados Unidos de ser un espía al servicio del gobierno ruso, encabezado por Vladimir Putin. Tras ser un reconocido científico, Héctor Alejandro Cabrera Fuentes podría ser sentenciado a cadena perpetua debido a la gravedad del asunto.

¿Quién es Héctor Alejandro Cabrera Fuentes?

El científico mexicano es originario de El Espinal, un municipio del estado de Oaxaca, donde estudió en escuelas públicas, como el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) número 91 de Ixtepec, posteriormente obtuvo una beca para estudiar en el extranjero, donde consiguió dos doctorados, uno en microbiología molecular en la Universidad de Kazán, en Rusia; y otro en cardiología molecular en la Universidad de Giessen, Alemania.

Entre sus principales aportes científicos están el desarrollo de un tratamiento para regenerar la piel quemada, además de una técnica para evitar la muerte de las células posterior a un infarto, dichos descubrimientos lo llevaron a ser galardonado en diferentes países del mundo, como Corea, Alemania, Rusia, Argentina y México, por el Instituto de los Mexicanos en el Exterior de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Además de sus logros en la ciencia, Héctor Alejandro Cabrera Fuentes es un destacado filántropo que ha apoyado a la comunidad donde creció, incluso fundó la organización “Por Oaxaca más investigadores”, dedicada a impulsar el desarrollo científico de los jóvenes de escasos recursos.

También ha incursionado en el ámbito musical, patrocinando al grupo “Perlas y Diamantes”, conformado por niños de escasos recursos, a quienes les ha conseguido instrumentos y viajes por diferentes partes de la República Mexicana y el extranjero.

El polémico caso de espionaje del científico mexicano
En el caso “20-cr-20129-DMM” de la Corte Federal de Distrito del Sur de Florida refiere que el gobierno de los Estados Unidos acusa a Héctor Alejandro Cabrera Fuentes de “actuar como agente de un gobierno extranjeros dentro de EEUU sin previa notificación a la Fiscalía General”, término legal para definir a un espía.

De acuerdo con Infobae México, Héctor Alejandro Cabrera Fuentes fue “reclutado” por un “funcionario” del gobierno de Rusia un año antes de su detención, según relata la acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos. En este documento no se detallan las razones por las que las autoridades rusas eligieron al científico mexicano, ni los motivos que llevaron a Cabrera Fuentes a aceptar dicha propuesta.

En 2020, el científico mexicano viajó a Moscú, donde se reunió con un funcionario ruso, quien le encomendó la misión de localizar el automóvil de un miembro del gobierno de Estados Unidos, particularmente del Buró Federal de Investigaciones (FBI). Cabrera Fuentes tenía le encomienda de tomarle una fotografía al vehículo, principalmente de su matrícula, e informar sobre la ubicación física del automóvil.

Tras conocer la misión, el científico mexicano viajó de Moscú a la Ciudad de México y posteriormente a Miami, donde arribó el 13 de febrero de 2020. Al siguiente día, Cabrera Fuentes dio con el automóvil en cuestión que el gobierno ruso le ordenó buscar, luego de perseguirlo hasta una zona residencial, donde un guardia de seguridad se percató que la esposa del científico se encontraba tomándole una fotografía al vehículo del agente del FBI.

Tras ser cuestionados por el guardia, Cabrera Fuentes y su esposa respondieron que habían ido a visitar a un conocido, incluso le dieron el nombre de la persona y el hecho no pasó a mayores, hasta la noche del 16 de febrero, cuando tomarían un vuelo de regreso a la Ciudad de México y en los filtros de seguridad del Aeropuerto Internacional de Miami, elementos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) inspeccionaron los teléfonos móviles de ambos.

Fue entonces cuanto encontraron la fotografía tomada al vehículo del agente del FBI en la carpeta de archivos eliminados del móvil de la esposa del científico, mientras que en el WhatsApp de Cabrera Fuentes hallaron la misma fotografía, en ese momento fue cuando el mexicano confesó que un “funcionario” del gobierno ruso le ordenó que llevara a cabo esta operación de espionaje, según la acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

La pareja perdió el vuelo, pero la esposa sí logró volver a la Ciudad de México, mientras que Cabrera Fuentes se quedó aparentemente arreglando el tema de espionaje. De acuerdo con la propia confesión del científico mexicano, una mujer rusa, quien aparente es su segunda esposa y con la que vivió en Alemania, habría tenido que volver a Rusia, de donde ya no la dejaron salir. Fue entonces que un agente ruso apareció y le ofreció al científico mexicano ayudar a su segunda esposa a cambio de su trabajo como espía.

Pese a la supuesta confesión de Cabrera Fuentes, el científico mexicano se ha declarado inocente y ha rechazado su responsabilidad; sin embargo, el próximo 19 de enero conocerá su sentencia y en caso de ser declarado culpable, podría recibir una condena de cadena perpetua.

Fuente: ADN 40

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