Redacción / Ventanaver. Xalapa, Ver., 13 de julio de 2022.- La tarde del 11 de julio la capilla de la Resurrección que pertenece a la comunidad Parroquial de Tlatetela, donde el Párroco es el Pbro. Juan Andrés Sánchez.
Con una lleno total y con cerca de 400 niños a confirmar inicio la Eucaristía en un ambiente de alegría y júbilo por la visita del Arzobispo.
Durante la homilía Monseñor comentó:
En el evangelio hoy hemos escuchado que aquellos que amamos a Dios seguimos sus mandamientos. Queridos niños y jóvenes ustedes son aquellos que aman a Dios.
Si alguien les pregunta quienes son, pueden responder: yo soy, y dicen su nombre, un amante de Dios.
Cada uno de ustedes se han preparado, por amor, para recibir la confirmación, por amor se han esforzado, por amor ustedes han aprendido a rezar, ustedes cantan a la virgen, y por amor ustedes van a vivir y continuar la misión de la iglesia.
¿Que es esto de la misión de la Iglesia? La iglesia somos todos nosotros, son papá, mamá, padrinos, su Arzobispo, su párroco…
En México, vivimos una serie de violencia, de dificultades y hay mucha gente que se dedica a promover esto, pero nosotros, por acción del Espíritu Santo vivimos para el amor, para la amistad, nosotros tratamos siempre de actuar para el bien… Siempre tratando de reflejar el amor de Dios.
¿Cuál es su misión queridos niños? Su misión es ser constructores de una país, un estado, un pueblo que aprenda a amar. No tenga miedo de recibir al Espíritu, cuando otros hablen mal ustedes hablen bien, cuando otros obren mal ustedes obren bien, cuando alguien quiera corromper su mente y sus corazón ustedes con la fuerza del Espíritu Santo renueve nuestra filiación de hijos de Dios.
Cuando otros les digan que no pueden, cuando otros los hagan sentir mal recuerden este momento, en el que han recibido al Espíritu Santo. El Espíritu Santo es para siempre, seremos sellados con el Espíritu para siempre.
Terminada la homilía el Arzobispo con las manos extendidas invoco la presencia del Espíritu Santo y sus dones sobre los confirmandos inmediatamente después se dispuso a ungir con el Santo Crisma a casi 400 niños, mientras tanto el coro invocaba la presencia del Espíritu Santo con sus cantos.
La Eucaristía continuo de manera ordinaria y al finalizar todos cantaron a la Virgen María para renovar su consagración.
