ColumnaYamiri Rodríguez Madrid

¿Y los cafetaleros veracruzanos?

La vuelta a Veracruz en un teclazo

Yamiri Rodríguez Madrid 

El café veracruzano goza de reconocimiento internacional, aunque el apoyo para los productores es prácticamente nulo. En la más reciente visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a la entidad el pasado fin de semana, hizo anuncios, pero ninguna buena nueva para ese sector del campo del que viven muchos municipios. 

El tema central fue producir para el autoconsumo e impulsar el campo, para lo que se prometió ampliar el programa de fertilizantes en Veracruz, priorizando el uso orgánico, además de que se afirmó que en este 2022  la Federación ha destinado mil 983 millones de pesos para 222 mil productores de este estado. 

Entre las cifras que se presumieron están, también, que la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (SEDARPA), a través de diversos programas, este año otorgará 497 millones de pesos, sin contar los 17 millones adicionales que se aportarán del Programa de Apoyo a la Empresa Mediana Agroalimentaria con un financiamiento por 270 millones; y que como parte de la política agroalimentaria, este año se contrataron 500 extensionistas para impartir talleres, guías y asistencia técnica en mil 500 “Escuelas Campesinas”, orientando a 20 mil 500 productores dueños de un total de 68 mil 460 hectáreas de parcelas. 

Pero los apoyos van centrados para la caña de azúcar, maíz, frijol, pero no, no para el café.    Los problemas que enfrenta este sector son añejos.   Desde la reconversión de sus tierras, pasando por las enfermedades a las plantas, como la roya, los bajísimos precios que pagan por el grano, hasta la indiferencia que existe para apoyar a miles de productores. 

Hay que recordar que, en los últimos años, de acuerdo con diversos estudios, el Estado de Veracruz perdió 46 por ciento de su producción cafetalera por abandono de fincas, plagas y reducción de superficie cultivada. Hoy apenas se logran entre seis y ocho quintales por hectárea cuando hace 30 años se alcanzaban hasta los 24 quintales. Por ende, la superficie se redujo hasta un 7 por ciento, y la edad promedio de los cafetales va de 20 a 30 años, en tanto que el 65 por ciento de los productores superan los 60 años de edad, es decir, no hay jóvenes que den continuidad generacional a la cafeticultura. 

Asimismo, los productores han pedido esclarecer los volúmenes de importación del grano procedente de Centro América principalmente, pues se cree existe un volumen no menor a las 600 mil toneladas que ingresan sin documentos, representando una competencia desleal para los productores nacionales. 

A la par necesitan la comercialización directa, la trazabilidad del aromático, el financiamiento blando y oportuno, la capacitación, el control de plagas, la renovación de cafetales, mayor seguridad en zonas productoras para frenar el robo de frutos, entre otras acciones que permitan a mediano y largo plazo rescatar y transformar al sector veracruzano. 

Sexenio tras sexenio se habla de la importancia del sector cafetalero veracruzano, de que se les apoyará; se han creado hasta institutos supuestamente para tal fin, pero, al final, siguen estando en la misma situación.   A más de la mitad de éste, parece que, otra vez, se quedaron nada más esperando. 

@YamiriRodriguez 

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