Xalapa y el relleno sanitario
La vuelta a Veracruz en un teclazo
Yamiri Rodríguez Madrid
¿Alguna vez ha pensado cuánta basura generamos diariamente? Los últimos cálculos oficiales que se hicieron públicos tienen por lo menos seis años y revelaban que cada uno de nosotros producimos casi un kilo diario de residuos sólidos; que en la suma nacional anual eran 42 millones de toneladas lo que equivalía a llenar 232 veces el Estadio Azteca o a formar 175 veces el volumen de la pirámide de Teotihuacán. Todos dejamos una huella ecológica y, lo que es peor, poco hacemos para que esta sea ligera.
Esto viene a colación porque han surgida críticas al hecho de que el presidente municipal de Xalapa, el morenista Ricardo Ahued Bardahuil va a ampliar el relleno sanitario de El Tronconal. Es la sexta ocasión desde su construcción que se tiene que aumentar su capacidad, pero los ambientalistas han protestado porque esto implica crecer hacia el Archipiélago de Bosques y Selvas de Xalapa y quitarle ahora 5 por ciento de su territorio.
Se trata de un problema sumamente complejo porque, por un lado, como autoridad tiene que dar respuesta a un problema mayor como lo es la disposición final de la basura y, por el otro, estamos acabando con cada obra con nuestros recursos naturales. ¿Dónde quedamos en todo esto usted y yo?
La urgencia de la ampliación nos agarra con los dedos en la puerta porque, para no variar, pasaron varias administraciones que no quisieron entrarle al tema y hoy le toca la papa caliente en las manos a Ahued. Y desde cada hogar no hacemos conciencia de la gravedad del problema; es más, muchos ni enterados están.
Insisto, el tema lo tenemos encima, pero antes de que llegue la necesidad de hacer una séptima ampliación del relleno sanitario, se tiene que trabajar de manera conjunta autoridad y ciudadanos -no solo en Xalapa-, para que en las escuelas se den pláticas, clases, a niños y jóvenes sobre el cuidado ambiental, sobre el impacto de su huella; para que finalmente podamos hacer separación de residuos en cada vivienda, negocio, escuela y oficina, para que existan centros de acopio de determinados productos a los que se les pueda dar otro fin y no uno o dos reciclones perdidos al año.
Cheque usted: una cáscara de plátano tarda de 2 a 10 días en desintegrarse, pero la cáscara de la naranja tarda 6 meses; que nos enseñen entonces en las colonias a hacer compostas. Un envase de leche tarda 5 años; antes en la UV pedían el Tetrapack para forrar casas. Una toalla sanitaria o un pañal tardan en desaparecer entre 500 y 800 años, ¿cuántos productos de estos creen que llegan a diario al Tronconal? ¿Cuántos optamos por las opciones ecológicas? También nosotros tenemos una enorme responsabilidad en todo esto en un mundo que además se ha vuelto desechable.
Me atrevería a decir que un gran porcentaje de la población veracruzana somos analfabetas ambientales y todos los días somos agresivos con el entorno. Empecemos desde hoy con pequeños cambios para evitar que las respuestas a nuestras acciones sean igual de duras. Todos podemos.
@YamiriRodríguez