Un rector sin legado
La vuelta a Veracruz en un teclazo
Yamiri Rodríguez Madrid
Dicen que el tiempo siempre pone a todos en su justa dimensión. Desde 1917, cuando se estableció la creación de la Universidad Veracruzana (UV) en la Constitución Política estatal, la institución ha tenido sus altas y bajas, aunque en este momento se encuentra empantanada. Con una gestión por demás gris, su rector Martín Aguilar insiste en reelegirse por otros cuatro años.
El l Dr. Manuel Suárez Trujillo fue el primer rector de la UV en 1944. Desde entonces, han pasado muchos que han dejado un legado, que son recordados por su gran trabajo y unos que pasarán al olvido por grises, como es el actual caso.
El antropólogo y defensor de los derechos de los pueblos indígenas, Gonzalo Aguirre Beltrán, impulsó la investigación académica y la promoción de la cultura indígena, fortaleciendo la Facultad de Antropología. Su legado fue sentar las bases para la vinculación de la UV con el desarrollo social y cultural del estado de Veracruz.
En la década de los 70’s, Emilio Gidi Villareal, reformó los planes de estudio y promovió un modelo académico moderno y humanista. Durante su administración, se fortalecieron las áreas de ciencias sociales y humanidades.
Uno de los rectores más recordados es, sin duda, Roberto Bravo Garzón, quien implementó el Programa de Innovación Académica, creando el Sistema de Enseñanza Abierta (SEA) y favoreció la descentralización académica de la UV, llevando educación de calidad a las distintas regiones de Veracruz.
Aunque polémico, Víctor Arredondo Álvarez, impulsó la internacionalización de la UV y creó el Sistema Universitario de Mejora Continua (SUMA). También promovió la creación de la Red de Universidades Virtuales. Con él, la UV se consolidó como una institución innovadora en la educación en línea y en las tecnologías de información.
El último rector que dejó un legado fue Raúl Arias Lovillo. Durante su rectorado, la UV avanzó significativamente en los rankings nacionales e internacionales. Creó el modelo educativo integral para estudiantes y reforzó los vínculos con instituciones globales. Logró también la acreditación de múltiples programas educativos y fortaleció el sistema de becas para estudiantes.
Sara Ladrón de Guevara pasó a la historia por ser la primera académica en ser rectora de la Universidad Veracruzana, pero sus ocho años al frente de la institución fueron grises, insípidos, iguales a los del actual rector.
Si le preguntamos a la comunidad universitaria qué es lo más notable que ha hecho Martín Aguilar en estos casi cuatro años al frente de la máxima casa de estudios en la entidad, no saben qué responder: ni estudiantes ni académicos ni trabajadores. Si bien la UV es autónoma, tampoco tiene una buena relación con la nueva administración estatal. La muestra es la aclaración pública que le tuvo que hacer la gobernadora Rocío Nahle en torno al 4 por ciento que demandaba de incremento y que ya estaba. No se le toma en cuenta, está relegado.
Aun con todo eso, con los problemas internos, tiene la aspiración de quedarse otros cuatro años. Difícil que lo pueda hacer.
@YamiriRodriguez