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PRI, guerra de lodo

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Por Iván Calderón

  Una guerra de lodo se ha recrudecido en los últimos días contra los activos del Partido Revolucionario Institucional. Vaya, hasta parece que fueran Gobierno de nuevo y estuvieran en la plena abundancia que andan desatados, todos, contra todos.

  Estos ataques que más que nada se sienten internos que externos, vienen a afectar la vida institucional del tricolor, pues todo indica que desde lo más íntimo del otrora “partidazo” se crean escenarios irreales para abalanzarse como caníbales para luego comerse los restos.  

  Nadie puede negar que el PRI se encuentra en una severa crisis económica.

  Sin duda.

  ¿Que si hay aviadores? ¡que se demuestre!, pero con pruebas indiscutibles y que esto no quede solamente en el ámbito mediático, ya que, sin un soporte adecuado, todo viene a terminar en chisme barato.

  Lo que, sí es cierto, es que mientras se orquestan campañas negras, varias decenas de empleados que sus familias dependen directamente del del Revolucionario se están viendo afectados por los recortes de las prerrogativas, pero es extraño que mientras en la otra oposición exista “tensa calma”, sea precisamente dentro del PRI donde todo sea un desarreglo total.

  El fin de semana, -según comentarios en columnas políticas- dando la cara a las y los trabajadores, el dirigente estatal Marlon Ramírez Marín explicó de manera general, la difícil situación por la que se atraviesa; multas, recargos, recortes, laudos laborales y un sin número de deudas lograron que prácticamente se encuentren en la quiebra.

  Pero, llama mucha la atención que el también Diputado Local no haya puesto en los asuntos de prensa que su cargo como Presidente Comité Directivo Estatal es honorifico y que no está cobrando ni un solo peso desde que se convirtió en legislador para llevar las riendas del Partido, lo mismo que la Secretaria General.

  Al menos, para calmar las aguas.

  De hecho, resulta también extraño que con estos dimes, diretes y crisis financiera, no exista (o no sea haya presentado) algún plan de austeridad, tipo “4T”, para reordenar sus finanzas donde los altos mandos se desprendan de viáticos, vehículos, choferes, así como de asistentes.

  Tal vez, en próximos días lo presentarán.

  Mientras tanto, la guerra de lodo sigue afectando a una institución que lo que menos necesita es “fuego amigo” y más credibilidad.

  Así las cosas.

@IvanKalderon

ivancalderonflores@outlook.com                

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