¡Nahle tiene los suficientes méritos!
El Arte de Gobernar
Daniel Badillo
Pero por supuesto que Rocío Nahle García, actual Senadora de la República por el estado de Veracruz con licencia, y Secretaria de Energía, tiene los suficientes méritos para ser considerada en la lista que el lunes difundió el presidente Andrés Manuel López Obrador como aspirante a sucederlo en el cargo en el 2024. La sola mención debiera enorgullecer a los veracruzanos, pues si alguien en el gabinete federal ha demostrado capacidad y talento para enfrentar los desafíos que implica el sector energético es, precisamente, Rocío Nahle, a pesar de la notable misoginia mostrada por uno que otro columnista que, sin conocerla ni haberla tratado nunca, la descalificaron a priori con argumentos vagos y sin fundamento.
Rocío Nahle, como aquí lo he dicho, es una mujer de profunda convicción social, preparada académicamente y comprometida con el proyecto de transformación que impulsa el presidente de la República, quien –de lo contrario- jamás la hubiera colocado en la lista de esos seis nombres, que ahora son motivo de análisis en diversos foros donde se valora la trayectoria y los merecimientos de cada uno de ellos para haber sido colocados en la palestra de la sucesión del 2024.
Basta decir que Nahle García ha sido –entre otras cosas- Diputada Federal y Coordinadora del Grupo Parlamentario de MORENA en la LXIII Legislatura (2015-2018); actual senadora por Veracruz con licencia; formó parte del Grupo Parlamentario de Morena del 1° de septiembre al 27 de noviembre de 2018; es Ingeniera Química por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) de 1981 a 1986, con especialidad en Petroquímica por la misma institución; realizó un diplomado en Ingeniería Química de procesos por la Universidad Nacional Autónoma de México y un diplomado en Viabilidad económica en procesos Industriales por la Universidad Veracruzana.
Inició su carrera laboral en los complejos Petroquímicos de Pajaritos, Cangrejera y Morelos de PEMEX, donde se desempeñó en las áreas administrativas, financieras, de procesos, planeación y control de calidad. Además, en la iniciativa privada ha laborado en Industrias Resistol. Fue ponente sobre los temas de Petrolíferos y Petroquímicos durante los Foros de la Reforma Energética 2008 y 2013, en el Senado de la República. También se desempeñó como asesora de la Comisión de Energía en la H. Cámara de Diputados LIX Legislatura y del Senado de la República LXII Legislatura. Es integrante del grupo Ingenieros Pemex Constitución del 17 (G-17) y del Comité Nacional de Estudios de la Energía (CNEE) de América Latina y el Caribe; y por si fuera poco, es escritora y articulista en diferentes medios de comunicación escritos y electrónicos.
Sorprende, insisto, que algunos columnistas locales y nacionales –que muy probablemente tengan sus propios candidatos y candidatas no solo para la presidencia sino para la gubernatura de Veracruz en el 2024- se hayan rasgado las vestiduras por el solo hecho de que el presidente haya enlistado a Rocío Nahle entre los presidenciables; lo cierto es que ella se mantiene ocupada en la encomienda que le dio López Obrador, para rescatar la soberanía energética del país, teniendo como principal responsabilidad la de concretar la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, uno de los tres grandes proyectos promovidos por el gobierno federal, obra que dicho sea de paso se encuentra en tiempo y forma para ser entregado en los plazos fijados desde el inicio de esta magna obra.
Si bien Nahle García cuenta con la confianza y la cercanía con el presidente de la República, lo cierto es que más allá de eso, ha logrado trascender por su propio esfuerzo y trayectoria profesional; y es claro que cuenta con el respaldo popular suficiente, pues –repito- es actual Senadora de la República con licencia, de allí que quienes sostienen que difícilmente ganaría una elección municipal, conviene recordarles que ya ganó una elección estatal como Senadora, y en el sur de Veracruz es ampliamente conocida y apreciada entre los ciudadanos.
Por lo mientras, la secretaria de Energía está en lo suyo: trabajando, construyendo una refinería y haciendo todo lo que está a su alcance para que sea una realidad la soberanía energética, luego de que los gobiernos corruptos y voraces que antecedieron a López Obrador entregaron a los privados extranjeros el predominio en la generación de energía eléctrica y promovieron una reforma energética que resultó ser un fiasco para la nación.