ColumnaDaniel Badillo

¡Nahle, defender a la nación!

El arte de gobernar

Por Daniel Badillo

Más allá de si es un asunto ideológico o práctico, lo cierto es que la postura asumida por la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, en defensa de los intereses de la nación en materia energética, es digna de encomio. Digo lo anterior, porque la senadora con licencia por Veracruz ha sido clara y contundente al señalar –como lo ha expresado desde el inicio de su mandato el presidente Andrés Manuel López Obrador- el interés del gobierno mexicano por preservar la rectoría del Estado sobre los bienes del país, particularmente el petróleo y la energía eléctrica para lograr la autosuficiencia en estos rubros. 

Dicha posición si bien ha generado críticas en una parte del sector privado acostumbrado a recibir beneficios y canonjías del poder político, merece analizarse con detenimiento pues ha sido reiterado el argumento de que –en sexenios anteriores- se entregó a los particulares el usufructo de recursos que son propiedad de la nación principalmente el petróleo y la electricidad en detrimento de la hacienda pública. De allí que ahora el presidente de la República esté rescatando y modernizando las seis refinerías que existen en México, y creando una más, en Dos Bocas, Tabasco, para contar con las gasolinas y el diésel que se consume en nuestro país.  

De hecho, el viernes pasado en una entrevista con la periodista Carmen Aristegui, Rocío Nahle destacó que “nadie está en contra de las energías renovables; lo que sí estamos nosotros en contra es del desorden, y este desorden abarca muchas cosas; tenemos una red integrada de transmisión de electricidad que es propiedad de la Comisión Federal de Electricidad por ley, por inversión y porque nos costó a todos los mexicanos; sin embargo, la Comisión Reguladora de Energía dio permisos por 132 mil megawatts, lo que refleja una falta de planeación porque anteriormente daban permisos a todo mundo. En este gobierno, dijimos: pues no, una secretaría de Estado, el brazo administrativo del ejecutivo en materia de energía, es quien tiene que llevar la planeación porque también así lo establece la ley”. 

Agregó que “la planeación ahora se lleva a cabo en la secretaría de Energía; si nada más hemos demandado 49 mil megawatts, como record máximo, cómo es que tenemos 132 mil megawatts de permiso; entonces empezamos a poner orden en la casa, orden para la red eléctrica, orden en la generación y por seguridad nacional y seguridad energética; afortunadamente tenemos una empresa como la CFE que es, por cierto, la que da el respaldo a todas estas energías renovables; cuando estas energías renovables trabajan cinco o seis horas al día –porque son intermitentes, la solar y eólica- después que salen estas energías de la red tiene que entrar el respaldo de la CFE”.  

Dijo que “hemos estado en ese ordenamiento, y por supuesto, pues hay empresas que querían extenderse o permisos que querían colocarse incluso campos solares o campos eólicos en lugares donde ni siquiera tenemos líneas para poder sacar la electricidad y hemos dicho aquí no, aquí sí, despachen aquí o despachen acá; y hay amparos a un acuerdo de confiabilidad que emitió la secretaría de Energía; la confiabilidad es darle seguridad al sistema eléctrico nacional. Cuando nosotros vimos todo eso, de la propia secretaría de Energía se emitió un acuerdo para darle confiabilidad al sistema eléctrico nacional, donde conviven lo público y lo privado; se ampararon, tenemos más de cien amparos, están en su derecho y nosotros los respetamos; y en este momento incluso hay controversias constitucionales. La SCJN tiene que emitir un resolutivo: si el sistema eléctrico nacional es de interés público o de interés privado; si es para el servicio de interés público o es para la competencia económica”. 

Destacó que “el gobierno, cualquier gobierno, el que esté, tiene la obligación de cuidar la seguridad nacional del sistema eléctrico, porque es un servicio básico; en ese contexto están las renovables, están todas las fuentes de producción o de generación, y lógico que hay este sector que tiene sus intereses propios que son válidos, pero también es válido el posicionamiento del gobierno de cuidar el sistema eléctrico nacional; ya se los hemos dicho al Consejo Coordinador Empresarial, a Carlos Salazar, pero bueno él representa a un grupo de empresarios y él hace su papel, está bien, nosotros hacemos lo propio, nosotros tenemos que cuidar la seguridad nacional del sistema eléctrico”.  

Sin duda, una postura contundente en beneficio del interés nacional que define a una funcionaria federal como Rocío Nahle, comprometida con los mexicanos y con las empresas del Estado como lo es PEMEX y CFE, y de cuya labor sumamente importante dependerá su futuro inmediato pues si logra llevar a buen puerto la construcción de la refinería de Dos Bocas, poner orden –como ella mismo lo dijo- en el sector eléctrico y rescatar del marasmo y la obsolescencia en la que los gobiernos anteriores dejaron a dichas empresas, no sólo podría despuntar como candidata a la gubernatura de Veracruz sino hay quien la enlista desde ahora como presidenciable en el 2024.  

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