ColumnaYamiri Rodríguez Madrid

La violencia política no da tregua en Veracruz

La vuelta a Veracruz en un teclazo

Yamiri Rodríguez Madrid

La sombra de la violencia política sigue cerniéndose sobre Veracruz. El asesinato de Carlos Ramsés Neri Rodríguez, secretario del Ayuntamiento de Paso del Macho, y aspirante a la candidatura a la presidencia municipal, así como de su hermano Juan Daniel Neri Rodríguez, es una mancha más que impide que la entidad salga de los primeros lugares nacionales en estos crímenes.

Este lamentable hecho se suma al asesinato del diputado federal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Benito Aguas, cuyo presunto homocida fue detenido la semana pasada, según lo informó la Fiscalía General de la República (FGR).

Pese a que dos de sus militantes han sido asesinados, la dirigencia del PVEM  solicitó a través de un comunicado que no se relacione este nuevo incidente con el proceso electoral, argumentando que la seguridad es un derecho fundamental y una responsabilidad del Estado, más allá de cualquier coyuntura política.

A pesar del llamado del PVEM a desvincular estos hechos de la contienda electoral, lo cierto es que Veracruz ha sido un foco rojo en violencia política desde hace más de una década. En cada proceso electoral, se registran agresiones, amenazas y asesinatos de políticos, lo que evidencia un patrón sistemático que mina la democracia y atenta contra la participación política.

Según datos de Data Cívica, entre 2018 y 2024, se registraron 119 funcionarios municipales asesinados en el estado. Esta cifra coloca a Veracruz como la entidad con el mayor número de homicidios de personal político en México durante ese periodo. La gobernadora Rocío Nahle García ha prometido garantizar la seguridad de las y los candidatos.

La violencia política no solo cobra vidas, también debilita las instituciones y siembra el miedo entre quienes buscan participar en la vida pública. El proceso apenas comienza.

@YamiriRodriguez

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