La UV, en camisa de once varas otra vez
La vuelta a Veracruz en un teclazo
Yamiri Rodríguez Madrid
Académicos de la Universidad Veracruzana (UV) convocaron este miércoles a una conferencia de prensa para denunciar que los doctorados van de mal en peor en la máxima casa de estudios en la entidad. No es la primera vez que alzan la voz con esta advertencia.
En esta ocasión, académicos, coordinadores y alumnos del Instituto de Investigaciones Cerebrales, colocaron también lonas en los edificios de Rectoría para denunciar la desaparición de los Doctorados Directos, lo que afecta, dijeron, a los estudiantes que aspiran a una beca para esos programas educativos. Como ejemplo de lo anterior citaron que tan solo en dicho instituto se quedaron fuera del Doctorado Directo entre 15 y 20 estudiantes, debido a que se les negó emitir convocatoria desde el año pasado, mientras que en el Centro de Investigación en Micología Aplicada y el Centro de Investigaciones Biomédicas hay ocho alumnos afectados por la misma situación. Ahora multiplique por cada programa afectado tan solo en la UV.
A la par, exigen la destitución del director de Posgrado de la Universidad Veracruzana, Édgar Javier González Gaudiano, por haber quitado el derecho a los estudiantes de licenciatura a acceder a estos programas directos de doctorado.
En agosto del año pasado, en este mismo espacio, hablábamos de cómo el Conachyt ponía en la tablita las becas de posgrado, golpeando a nuestra comunidad universitaria y, el rector Martín Aguilar ante tremendo golpe, permanecía impávido. Quien forzado ya por la situación tuvo que salir a dar la cara en su lugar fue precisamente Édgar González Gaudiano, titular de la Dirección General de la Unidad de Estudios de Posgrado (DGUEP).
El Rector, quien está próximo a presentar su informe, ha sido gris, tibio, en su manejo de la universidad. En todos estos años no ha dado un solo anuncio importante para la Universidad; no ha construido un legado. Por el contrario, son más las quejas que los reconocimientos por un buen trabajo.
Desafortunadamente, han sido ya varios los años sin pena ni gloria para la Universidad; desde Sara Ladrón de Guevara -quien todavía tuvo la osadía de lanzarse de candidata al Senado y ni el voto de la comunidad universitaria tuvo-, hasta ahora. Vaya, ni justicia le ha hecho Martín Aguilar al Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales en el que tanto tiempo trabajó.
No cabe duda de que la tibieza desespera, pero también daña…
@YamiriRodriguez