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La realidad de Veracruz

Pluma Negra

Ignacio Álvarez

En su conferencia de prensa, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez responsabilizó a los medios de comunicación de crear un ambiente de violencia que no existe en Veracruz, al referirse a la violencia en Coatzacoalcos.

Lo cierto es que los medios de comunicación sólo son el canal de información para dar a conocer las noticias, y se entiende  por noticia todo hecho que impacta para bien o para mal a  un sector de la población o toda la población.

La sentencia del gobernador es incorrecto, no son los medios los que generan un ambiente de violencia en Veracruz; en la balacera de Orizaba el 14 de septiembre, en la de Xalapa del 27 de septiembre y los actos de violencia en Coatzacoalcos fueron protagonizados por infractores de la ley, no por los medios de comunicación.

Los medios cumplen con una función social y responsabilidad de informar a la sociedad los hechos que afectan y los actos delictivos que victimizan a la población son una triste realidad. Al igual que los delitos del orden común como el crimen de una madre contra su propio hijo.

Y aunque en diversos puntos del estado de Veracruz se reportan actos al margen de la ley, sin duda alguna, el punto crítico sigue siendo Coatzacoalcos, ayer mismo el asesinato de un sastre en pleno centro del la ciudad, el asesinato de un empresario gasera en Martínez de la Torre y el asesinato de una mujer en Huatusco, son una realidad.

La violencia es una realidad en Veracruz y el Estado tiene la obligación de garantizar la gobernabilidad, el orden y la seguridad a través de su gobierno y de las diferentes áreas de administración pública. Es el gobierno que desde la Constitución mantiene el monopolio de las corporaciones de seguridad pública y de la impartición de la justicia.

No es correcto que el gobierno eluda la responsabilidad constitucional y menos que responsabilice a los medios de comunicación por comunicar la realidad a la sociedad, los medios solo son el cartero que lleva las noticias, no son los protagonistas de los hechos, en el peor de los casos también han sido víctimas de la delincuencia.

El ambiente de violencia es una realidad y lo generan los personas que se dedican a hacer el mal de manera organizada o individual.

Ojo por ojo

Lo más grave es la justicia por la propia mano, como sucedió ayer en la colonia de Las Dunas en Coatzacoalcos  cuando un hombre de unos 25 años identificado como Luis Angel N pidió auxilio para ser atendido médicamente por que le fueron amputadas ambas manos a balazos, trascendió que se trataba de un jaulero, es decir un ladrón de casas-habitación.

De acuerdo a las versiones, el sujeto habría sido detenido por vecinos la noche anterior cuando fue sorprendido tratando de robar una casa y privado de su libertad toda la noche, hasta que reapareció la mañana del jueves ya sin las manos.

Este hecho pone una nueva alarma en el tema de la seguridad en Veracruz, la gravedad de que la sociedad tome por su cuenta la justicia para cumplir la prédica de oj por ojo, diente por diente.

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