La primera de Tercero Interesado
Tercero Interesado
Carlos Arturo Tercero Solís
Reconozco en mis años de universidad, el inicio del gusto por la escritura; sin embargo, hubieron de pasar varias décadas para que me animara a esta aventura, de participar en el diálogo social que permiten los medios de comunicación, en lo que agradezco la generosidad de mi amigo y maestro, Carlos Ramírez, Director de El Independiente, por invitarme incursionar en este espacio.
Nunca fue el temor al debate de las ideas o la crítica lo que me detuvo, sino el conflicto que se perciba al ser juez y parte, como elemento activo en el servicio público, sin duda, origen y destino de mucho del análisis y discusión política y social, que a pesar de sus tropiezos permite el ejercicio de la libertad de expresión.
Para los juristas, el término Tercero Interesado, se refiere entre otras acepciones, al interés legítimo que guarda una persona en los temas, actos o diferendos de otros, de ahí la designación de este comentario, que pretende ser un espacio más, a favor de la reflexión y el intercambio de puntos de vista de aquellas personas que guardamos el interés legítimo de aspirar a un mejor país, a pesar de no ser directamente partícipes en cada uno de sus temas; que finalmente como sociedad nos competen y deben interesar a todos.
Si bien es cierto que la ética y la norma me obligan a ser congruente con el actuar gubernamental en la emisión de mis opiniones, también es cierto que cada día, los temas más diversos y predominantes de la agenda nacional, nos brindan la oportunidad de comentar, de debatir, de analizar y poner a discusión las ideas, e incluso expresar desacuerdo, animadversión o simpatía, por su puesto siempre en los límites del respeto y en mi caso sobre todo, dejando muy en claro que mis expresiones en este espacio serán a título personal.
Y como el buen juez por su casa empieza, traigo a su atención un asunto que, aunque es eminentemente local, propio de Veracruz, indiscutiblemente ha sido tema en los últimos días de prestigiados comentaristas nacionales: La ley Nahle; en lo que debo reconocer que de inicio, me pareció un agravio a las y los veracruzanos, que el Congreso local predeterminara que una zacatecana dirija los destinos mi estado; sin embargo y en honor a la justicia, debo reconocer que, de prevalecer esta postura regionalista, pocas o nulas habrían sido también mis posibilidades de ejercer políticamente fuera de Veracruz; cuando por el contrario, se me ha brindado la confianza de participar en proyectos trascendentales en varias entidades federativas e incluso, participar activamente en Morelos, Estado de México y la Ciudad de México, espacios donde nunca me han hecho sentir que no pertenezco.
Es por ello que, sin dejar de lado el amor y orgullo por la tierra que nos vio nacer, debemos dar paso a la identidad nacional que nos hermane como mexicanos y que, sin priorizar localismos, de paso a las mejores mujeres y hombres para gobernar los Estados de la República y en ello, que mejor ejemplo que el de mi paisano Mauricio Kuri, Gobernador de Querétaro, que ha hecho de su tierra adoptiva, uno de los polos de desarrollo y bienestar social más importantes de todo México.
Lo verdaderamente importante, es ceder ante la experiencia, no a la ocurrencia; privilegiar el mérito sobre los afectos y compadrazgos y, sobre todo, entender que el servicio público es una profesión y como tal, requiere de preparación, estudio y práctica para su dominio, por supuesto acompañada de valores y sujeta a revisión de trayectorias y evaluación de resultados.
*Carlos Arturo Tercero Solís, es ingeniero egresado de la Universidad Veracruzana, maestro en administración y gerencia pública por la Universidad de Bretaña Occidental y doctor en ciencias políticas y sociales por el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos (hoy Colegio de Morelos). Actualmente, labora en la Unidad de Desarrollo Democrático de la Secretaría de Gobernación.
Fuente: El Independiente