La designación de la Fiscal Anticorrupción, la primera pifia del Congreso Local

La vuelta a Veracruz en un teclazo
Yamiri Rodríguez Madrid
Con el voto de los 41 diputados locales asistentes a la sesión de este martes, Stephany Rosas Méndez fue designada como titular de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción del Estado de Veracruz. Fue electa entre 21 perfiles que fueron entrevistados por los integrantes de la Comisión Permanente de Procuración de Justicia; el problema es que carece de experiencia en este menester.
La abogada, oriunda de Tamiahua, de acuerdo con la información difundida por el propio Poder Legislativo, cuenta con una maestría en Derecho y Políticas Públicas Ambientales -subrayo Ambientales- y un máster en Derecho AMBIENTAL y SOSTENIBILIDAD: así, en mayúsculas. El cargo más importante que ha desempeñado a sus 34 años ha sido dos veces delegada regional de Patrimonio del Estado en Coatzacoalcos y Tuxpan. Una vez más, nada tiene que ver con la lucha anticorrupción. Fue precandidata de Morena a la presidencia municipal de Tamiahua. En sus redes sociales se describe: “NORVERACRUZANA muy auténtica. Yo no estoy aquí para encajar. ¡Yo nací para sobresalir y brillar!”.
Claro, la culpa de la falta de perfil para ese cargo no es de la joven, sino de los tres diputados que la seleccionaron en la terna -Diego Castañeda Aburto, Adrián Ávila Estrada e Ingrid Jeny Calderón-, y de los otros 38 que la respaldaron.
No es un tema menor cuando, desafortunadamente, desde hace casi dos décadas, nos consideran en todo México como uno de los estados más corruptos del país; cuando escándalos por estos temas se han vuelto nota internacional y cuando somos cliente frecuente y consentido de la Auditoría Superior de la Federación.
Como diría el clásico, haiga como haiga sido, Rosas Méndez es ya la Fiscal Anticorrupción y aunque llegue a aprender en el cargo, ojalá le de tiempo de entregar resultados y no haga un papel tan pobre y gris como el de su antecesora, Clementina Salazar Cruz o el de los integrantes del Sistema Estatal Anticorrupción que, como La Llorona, se sabe de su existencia, pero nadie ha visto sus resultados.
Tiene pues, el beneficio de la duda…
@YamiriRodriguez