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La agenda del Agua

Tercero Interesado

Carlos Tercero Solís

Para nadie es nueva la importancia creciente y estratégica del agua en la agenda pública de cualquier país y, en ello, por supuesto que México no es excepción; por el contrario, la Presidenta Sheinbaum, incluso desde semanas antes de tomar posesión, se ha manifestado reiteradamente en torno al agua, reconociéndole como un asunto de seguridad nacional y ha anunciado que en los siguientes días presentará el “Acuerdo nacional por la seguridad y sustentabilidad hídrica” que, entre otros rubros, pretende ordenar las concesiones y la tecnificación de distritos de riego agrícola y, sobre todo, mitigar los efectos de la sobreexplotación de los acuíferos que ponen en riesgo el abastecimiento del vital líquido en no pocas regiones del país, resultado del desorden casi caótico en el reparto y asignación de las concesiones.

El acceso al agua es un derecho humano, acceso que, en el caso de nuestro país, se desglosa en un 15% destinado al uso público-urbano, 5% al uso industrial y el 75% destinado a la agricultura; porcentajes que consideran la disponibilidad conjunta del agua superficial y subterránea en todo el territorio nacional y de ahí, el enorme y apremiante reto de tecnificar el riego agrícola y poner un alto al enorme desperdicio y pérdida de los millones de metros cúbicos de agua que el rezago en dicha tecnificación representa.

En el mensaje de Toma de Protesta, la Presidenta Sheinbaum, anunció reformas para garantizar el agua como recurso de la nación; de ahí partirá la línea estratégica que defina, aplique y evalúe, con la integración del trabajo conjunto entre sociedad y gobierno, las políticas públicas en torno al tema del agua en los estados, donde el desarrollo económico sustentable y de bienestar, pasará de manera obligada por definir un programa integral de recuperación y aprovechamiento del agua, pues al día de hoy, las pérdidas y fugas tanto en el sector urbano como agrícola, representan no solo un desperdicio inaceptable en las disposiciones cada vez menores de agua, sino también un dispendio de recursos ante la obsolescencia de las redes de distribución y canales de riego, así como el mantenimiento y ampliación de infraestructura de acueductos y presas en varios lugares del territorio nacional para resolver los problemas de abasto de agua.

La problemática en el tema del agua, es de alcance global, pero solo encontrará solución o al menos mitigación, por medio de acciones locales, es decir, solo la suma de acciones desde el hogar, la parcela, pasando por el pequeño comercio, las PYMES y la industria, sumado a las decisiones de gobierno municipal, estatal y federal, aportarán de manera integral a una solución que se estructure como una a nivel mundial, que afronte la creciente escasez de agua y sequías atípicas que cada vez son más fuertes y frecuentes y, en todo ello, el requerimiento es un liderazgo fuerte, pero con un aún más fuerte sentido y compromiso social. Afortunadamente, en el caso de México, el requerimiento se cumple con la voluntad y peso de la Presidencia de la República, lo cual está plasmado desde los 100 Pasos para la Transformación, en el apartado de Derecho y Gestión del Agua, donde se señala la necesidad de fortalecer las reglas y las instituciones del agua, es decir, las instituciones y las leyes que rigen el sector deben evolucionar para asegurar que todas y todos los mexicanos tienen asegurado su derecho al agua. Para lograrlo se ha definido que:

  • La CONAGUA debe ser fortalecida para que pueda cumplir con su encomienda política, técnica y financiera.
  • El derecho humano al agua debe tener prioridad legal, al mismo tiempo que se reconoce el agua como recurso estratégico para el desarrollo social y económico del país.
  • Ninguna fuente debe ser sobreexplotada de manera sostenida. El artículo 27 de la Constitución, que establece que la propiedad de las aguas corresponde a la Nación, debe ser respetado y fortalecido.
  • Se debe integrar a la sociedad en la toma de decisiones que afectan las condiciones hidráulicas de su cuenca.
  • El balance hídrico de cada cuenca debe ser una aspiración nacional para los próximos 50 años y la estructura legal nos debe encaminar hacia allá.
  • El acaparamiento de agua, a través de concesiones que la comercian a mediante de un mercado no regulado, debe operar bajo el paraguas de la ley.

Esta es la importancia de la agenda del agua; tema que nos compete y afecta a todos.

Carlos Tercero

3ro.interesado@gmail.com

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