ColumnaYamiri Rodríguez Madrid

El paso de Grace por Veracruz

La vuelta a Veracruz en un teclazo

Yamiri Rodríguez Madrid 

El paso del huracán Grace por Veracruz sacó una vez más a flote los viejos problemas estatales que no se han solucionado: un crecimiento desordenado, la falta de inversión en infraestructura hidráulica, nuestras pésimas carreteras y la falta de educación. Las lamentables escenas se repiten una y otra vez en cada temporada de lluvias, siendo el único factor que cambia el nombre del fenómeno meteorológico y los de quienes gobiernan el estado y los municipios. 

Ciudades, como Xalapa, han crecido desordenadamente, pero no es la única. Las autoridades no ven las zonas de invasión, Nadie intenta reubicarlos. Nadie, tampoco, los desaloja en cada temporada de lluvias, pese a que ahí se suscitan los deslizamientos, las tragedias, como en la colonia Loma Bonita. No lo hacen para no confrontarse con la gente, para no tener saldos negativos en los procesos electorales, además de que tampoco hay ya reservas territoriales. 

El segundo punto es que los ayuntamientos prácticamente ya no invierten en infraestructura hidráulica pues, al ser obras que no se ven, que van prácticamente enterradas, no quieren hacerlas; prefieren puentes, hermosear los camellones, que construir colectores pluviales, traga tormentas. 

Nuestras carreteras, ya de por sí abandonadas, con este fenómeno meteorológico, quedaron destrozadas en su mayoría. Tránsito del Estado informó, de manera puntual, sobre cierres y daños carreteros, como en Jilotepec y en el norte de la entidad. Se han hecho retiro de árboles, pero sin Fondo Nacional de Desastres Naturales, se vislumbra complicado que la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tengan recursos para arreglarlas. 

Las inundaciones son, en parte, por falta de obras, por la fuerza del agua, pero también por la cantidad de basura que durante todo el año arrojamos a las calles y van a dar a las coladeras. Ya es una imagen constante ver la avenida Lázaro Cárdenas inundada, pese a que hace una década no sucedía esto. 

Hoy, más allá del reparto de culpas, se necesita dar respuesta a los damnificados, a los familiares de las víctimas, a los agricultores que perdieron sus sembradíos, a quien vive con la zozobra de la próxima tormenta.  

@YamiriRodriguez 

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