El futuro del Instituto Veracruzano de las Mujeres

La vuelta a Veracruz en un teclazo
Yamiri Rodríguez Madrid
En enero de 2007, hace casi 20 años, se creo el Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM). Fue a través de la promulgación de la Ley Número 613 que el Congreso Local le dio el sentido de organismo público descentralizado, sectorizado a la Secretaría de Gobierno estatal, con el mandato de promover la equidad de género e implementar políticas públicas a favor del desarrollo integral de las veracruzanas. Desde entonces esta área de gobierno ha sufrido una serie de vaivenes y hasta pisotones, aunque en esta ocasión parece tomar un segundo aire.
No hay que perder de vista que a creación del IVM respondió a compromisos nacionales e internacionales en materia de derechos de las mujeres: en el plano nacional, desde 2001 existía el Instituto Nacional de las Mujeres, y Veracruz contaba previamente con un Programa Estatal de la Mujer coordinado por la Secretaría de Gobierno. Organizaciones civiles y legisladoras locales impulsaron en 2006 el Acuerdo para la Gobernabilidad y el Desarrollo, que entre otras iniciativas proponía la creación de un instituto estatal de las mujeres. Como resultado de ese proceso participativo, en el que se realizaron foros con la sociedad civil y se integraron propuestas ciudadanas, la LX Legislatura veracruzana le dio luz verde.
Desde su fundación, el IVM ha sido encabezado por varias titulares, siendo la primera Martha Mendoza Parissi (2007–2010). Le siguió Edda Arrez Rebolledo (2010–2016), quien permaneció dos periodos consecutivos al frente del IVM durante la administración del gobernador Javier Duarte. Luego vino Sara Gabriela Palacios Hernández (2016–2018): Encargada de despacho (directora interina) tras la salida de Edda Arrez. Ocupó la titularidad de manera provisional durante varios meses del bienio del gobernador Miguel Ángel Yunes, mientras se integraban nuevos Consejos Consultivo y Social y se realizaba el proceso para elegir a la siguiente directora, que fue Yolanda Olivares Pérez (2018–2019), la tercera directora general formal. Renunció al cargo en mayo de 2019, pocos meses después de iniciada la administración del gobernador Cuitláhuac García, alegando motivos personales y tras enfrentar cuestionamientos públicos (era militante panista con posturas contrarias a la agenda de derechos reproductivos).
Vino entonces el peor bache para el Instituto desde su creación en la administración de Fidel Herrera Beltrán: María del Rocío Villafuerte Martínez (2019–2024), fungió prácticamente todo el sexenio del morenista Cuitláhuac García Jiménez, como encargada de despacho, pese al número de feminicidios y todas las violencias contra las mujeres.
Hoy, con la gobernadora Rocío Nahle, finalmente el Instituto va a retomar su función y ya hay varias mujeres interesadas en dirigirlo, entre ellas la actual encargada de despacho, Zaira Fabiola del Toro y la ex directora del Instituto Municipal de las Mujeres en Xalapa, la activista Yadira Hidalgo.
Ojalá que se elija al mejor perfil, a la más experimentada y a la que pueda subsanar todas las faltas de respuestas oportunas a la violencia; a quien no le tenga resquemor a las Alertas de Violencia de Género, a la que no le dé mayor peso a la influencia político-partidista que a la problemática que aqueja a niñas, jóvenes y mujeres en este estado, a la que logre restaurar la confianza en el Instituto Veracruzano de las Mujeres.
@YamiriRodriguez