ColumnaDebo no niego; pago lo justo

Día de los abuelos

“Debo, no niego; pago, lo justo”

Teresa Carbajal

A quienes con generoso amor, nos infundieron con principios y valores, orgullo por nuestro origen y amor por la patria.

El próximo lunes 28 de agosto celebraremos en México el día del abuelo, por ello resulta importante reflexionar sobre los grandes retos y deudas que hasta la fecha subsisten por parte del Estado, en torno a la protección de los derechos humanos de nuestros adultos mayores.

Es casi nula la protección que nuestros mayores tienen en torno a llevar con dignidad la vida en esta etapa que debiera ser de retiro, de goce y descanso.

La atención de la salud, es uno de esos grandes pendientes con ellos; pues los sistemas de salud son deficientes e insuficientes casi en todos los niveles, la falta de medicamentos y de atención oportuna en padecimientos específicos les impide llevar una vida sin sobresaltos.

Orillándolos en la mayoría de los casos a tener que ser sujetos de créditos, caer en endeudamientos usurarios, y hasta en fraudes, por la necesidad de solventar sus tratamientos médicos sin molestar a los hijos o familia.

En materia de impartición de justicia, existe otro gran pendiente con ellos, pues a pesar de las disposiciones legales vigentes incluso ordenamientos internacionales para proteger sus derechos humanos atendiendo a su vulnerabilidad, nuestros abuelos siguen siendo enjuiciados y sentenciados sin atender las características especiales de su grupo.

Basta darse una vuelta por los juzgados para ver la gran cantidad de adultos mayores en los pasillos de tribunales, haciendo guardia para esperar las audiencias en las que habrán de participar, sin siquiera una silla en donde sentarse. Esto solo por citar un ejemplo cotidiano.

Ahora, en su mayoría los juicios que enfrentan los adultos mayores obedecen a situaciones patrimoniales o pago de deudas, qué mayor prueba se requiere sobre los fallos o deficiencias en la tutela de este grupo vulnerable integrado por 17 millones 958 mil setecientos siete abuelos y abuelas en México, casi 18 millones, los que representan aproximadamente el 14% de la población.

Llegar endeudado a la edad adulta mayor es cosa seria, y hay que ser honestos sobre los motivos que dan origen a esas deudas para evaluar sobre si nuestros abuelos viven con verdadero bienestar en este momento.

No debe de calificarse de moroso, solo porque sí. Pues en algunos casos esas deudas no son propias de la vejez, si no que comienzan en la juventud, por ejemplo los créditos de vivienda otorgados por los fondos de vivienda, mas concreto Fovissste o Infonavit.

Un trabajador que contrata un crédito de esta naturaleza pasa treinta años pagando una deuda que aumenta cada año, y llega a la edad adulta mayor aún con esa deuda, y un detrimento de su pensión jubilatoria, lo que a su vez menoscaba su mínimo vital y la capacidad de enfrentar con suficiencia o autosuficiencia la vida.

Tienen lógica los datos que proporciona el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI) que indican que un 45 por ciento del total de adultos mayores aún deben de trabajar para poder mantenerse, y que el 8% de personas mayores de 80 años todavía trabajan.

Esto no debe continuar, es necesario aplicar ya políticas públicas que acaben con esas deudas eternas para adquirir vivienda.

Ya para finalizar es necesario recordar un asunto al que le seguiremos dedicando atención, y protesta hasta obtener respuesta, las financieras leoninas que han contaminado con sus infelices préstamos las pensiones jubilatorias de nuestros abuelos, de las que se sirven a complacencia de las instituciones que debieran proteger el ingreso de sus derechohabientes en edad adulta mayor, escudando su falta de moral y compromiso efectivo con el pueblo, en la falta de ley.

Llevando mes con mes a sus arcas, descuentos ofensivos que acaban con su vida, y a las que no se les ha querido meter en cintura por falta de voluntad legislativa, conocimiento del tema, exceso de ignorancia e indiferencia de los legisladores federales quienes si cobran sus dietas completas.

En el apartado de inclusión financiera y medios tecnológicos por parte de nuestros abuelos, también hay grandes pendientes que los han hecho víctimas de abusos y  fraudes por parte de las instituciones a las que han confiado la guarda de sus ahorros, y revictimización de los entes reguladores.

Por nuestros abuelos, por sus enseñanzas y el legado continuaremos en la resistencia hasta obtener condiciones dignas para ellos.

Dedico este espacio a la memoria de Angelina Blanco quien este lunes partió a la morada del Señor. Descanse en Paz.

Únase ya, a la Jornada Estatal para la Defensa del Patrimonio Familiar 2281148502 visite  www.elbarzonrc.org Contacte elbarzonrc@yahoo.com.mx, O sígame en @terecarbajal

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