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Deportistas muertos

Pluma Negra

Ignacio Álvarez

El turismo deportivo se ha convertido en una alternativa para los municipios costeros de Veracruz y Boca del Río, sin embargo, en Boca del Río al parecer no se toman las medidas suficientes para conocer el estado de salud real de los participantes, el pasado sábado se registró otro muerto en un evento deportivo, el 27 de marzo del año pasado otro deportista perdió la vida en una carrera, también ahí en Boca del Río.

El gobierno municipal de Boca del Río no cuenta o no aplica, las medidas adecuadas para regir la participación de los deportistas en los eventos. En diversas ciudades de México y del mundo se exige a los deportista que participan en eventos su diagnóstico cardiaco reciente. En Boca del Río, basta la firma de una responsiva simple de los participantes.

Limitar a la responsabilidad única del participantes, es irresponsable de parte de organizadores y del propio gobierno que establece las normas para ese tipo eventos. Es una regla una prueba de esfuerzo previa para conocer las condiciones cardiovasculares.

Este paso es fundamental y, sin embargo, muchos corredores lo suelen obviar. La prueba de esfuerzo te sirve para descartar algún problema cardiovascular del que el participante no es consciente. Es la mejor manera de prevenir que se produzcan sustos inesperados durante la realización del maratón.

Con estos antecedentes, el sector del turismo deportivo en Boca del Río, recibe una amonestación, pues el pasado sábado del Gran Reto Veracruz 2023, uno de los participantes falleció de infarto en el mar, ahí en la Playa Mocambo.  

El atleta de unos 54 años de edad, fue trasladado a la playa donde realizaron maniobras para reanimarlo y finalmente fue trasladado a un hospital para su atención, lamentablemente minutos más tarde se confirmó su deceso.

No es el único caso, el año pasado, el 27 de marzo para ser exacto,  en la Carrera Internacional, otro atleta de nombre Gabriel Jiménez García, se desmayó apenas en el primer kilómetro y paramédicos intentaron reanimarlo, pero solo confirmaron su muerte.

Y si nos vamos un poco más atrás, hay cuatro años, el propietario de una conocida dulcería, Enrique Faces Zamora, dueño de la conocida dulcería, falleció también de infarto tras haber competido en una carrera atlética.

Los deportes para aficionados organizados por gobierno o por particulares, urgen de una reglamentación y si ya la hay, su estricta aplicación para evitar más desgracias.

Lo más grave es que de la mano del deporte, va la insensibilidad de los organizadores y de los propios participantes, pues en todos los casos, los eventos han seguido sin dar la menor importancia a los fallecidos y al final se realizan los grandes festejos para los ganadores. Cuando se promueve que son eventos para fomentar la fraternidad y los valores.

En el mundo de los deportes profesionales, el ultimo ejemplo, es la estrella del fútbol americano Damar Hamlin quien el pasado 3 de enero, en pleno partido de su equipo,  Los Bufalo Bill contra los Benagalies de Cincinatti en la Liga Nacional de Estados Unidos, sufrió un infarto y minutos después el parido fue suspendido, sus compañeros y los jugadores del equipo contrario, oraron por su salud.

Por fortuna tras ocho días de atención médica, el jugador de los Buffalo Bills, de 24 años, logró su recuperación.

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