Contra los agresores de mujeres
La vuelta a Veracruz en un teclazo
Yamiri Rodríguez Madrid
Este jueves, la diputada local del PRI, Anilú Ingram Vallines, presentó ante diversas instancias una denuncia y quejas por violencia política de género y discriminación en contra del secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, luego de que en su comparecencia la atacara con frases por su apariencia.
El año pasado, siendo también diputada local, la morenista Mónica Robles Barajas denunció violencia política de género, pero por parte de un medio de comunicación que había emprendido una campaña de difamación en su contra.
En el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, del Instituto Nacional Electoral (INE) de 166 registros, 26 corresponden a actores veracruzanos, como el presidente municipal de Altotonga, Ernesto Ruiz Flandes, quien tiene 9 sanciones acumuladas.
Ahí también aparecen el alcalde de Lerdo, Hermas Cortés García con 2; el de Coetzala, Joaquín Fortino Cocotle Damián, también con 2 sanciones; el de Ixhuatlán de Madero, Eder García Escalante; el de Chinampa de Gorostiza, Lázaro Avendaño Parrilla; el de Perote, Juan Francisco Hervert Prado y el de Cazones de Herrera, Zenón Pacheco Vergel, además de algunos regidores, secretarios de ayuntamientos, tesoreros y periodistas.
De proceder los recursos interpuestos por la Coordinadora del Grupo Legislativo del PRI, Ramos Alor podría convertirse en el primer funcionario estatal veracruzano en estar inscrito en este deshonroso padrón público de agresores por violencia política de género.
Y ojo: si las instancias ante las que se presentó la diputada no dan curso a la denuncia y quejas, estarán incurriendo en la misma falta, pues hay que subrayar que la omisión y la tolerancia de este tipo de conductas, también es violencia política de género.
De acuerdo con los datos del INE, Veracruz es la segunda entidad donde hay mayores personajes sancionados por violencia política de género, solo superados por el vecino estado de Oaxaca. Es una vergüenza que este tipo de hechos sigan ocurriendo cuando tanto se ha avanzando en la lucha por la equidad; por esas razones ya no se le puede pedir a las mujeres “aguantar vara”, para frenar, hay que denunciar.
@YamiriRodriguez
