ColumnaYamiri Rodríguez Madrid

Clínicas abortivas, polarización en puerta

La vuelta a Veracruz en un teclazo

Yamiri Rodríguez Madrid 

Hace unos días, la diputada local de Morena Adriana Esther Martínez Sánchez declaró, en su carácter de Presidenta de la Comisión Permanente de Salud y Asistencia del congreso veracruzano, que iniciarán las gestiones para que se cuente con instalaciones, personal médico y material para realizar abortos en el sector salud, luego de la despenalización del mismo. 

Lo anterior, sin dudarlo, generará polarización en varias ciudades del estado pues, aunque como bien lo dice, ya se hizo la modificación legal para permitir su práctica, también es cierto que hay varios sectores que se oponen. 

Un ejemplo de lo anterior se vivió en el Puerto de Veracruz a inicios de este año, cuando abrió la Clínica de la Fundación María Stopes,  ofreciendo la interrupción legal del embarazo, planificación familiar y detección de enfermedades de transmisión sexual. Hubo algunas marchas y una postura muy crítica de la iglesia católica contra este tipo de espacios. 

En Ciudad de México, por ejemplo, las clínicas operan desde hace ya muchos años en 7 Unidades Médicas de los Servicios de Salud Pública y 7 Hospitales de la Secretaría de Salud, de manera legal, segura, confidencial y gratuita, tanto para mujeres mayores de edad como para menores.  Y ya nadie se manifiesta ni protesta por su existencia.  Tampoco hay filas de mujeres esperando su turno para abortar. 

A veces nos es muy fácil juzgar a una joven o a una mujer que quiere abortar o lo hace, pero no estamos en sus zapatos. No sentimos su miedo, su angustia o rabia. Hemos mutado a una sociedad donde todos somos críticos de todo y de todos. Señalamos, juzgamos y apedreamos con la facilidad de las redes, aunque muy pocas veces somos proactivos con nuestra sociedad.   Juzgamos el aborto, pero somos incapaces de dar un plato de comida al niño que pide en el semáforo, al joven que limpia un parabrisas o al adicto que deambula por las calles, mucho menos visitamos una casa asistencial o llevamos apoyo. 

Polarizar cualquier dicho o acción, sea en política o en lo social, no nos lleva a ningún lado, pues caminamos en círculos.  Lo que necesitamos es encontrar las soluciones. En este caso, frenar las violencias de género y dar mayor educación sexual no solo en la escuela, sino desde el propio hogar. 

@YamiriRodriguez 

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