Amatlán, Río Blanco, Coatza…Hugo y Namiko
La vuelta a Veracruz en un teclazo
Yamiri Rodríguez Madrid
Cuestionable y patético ha sido el desempeño del titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Hugo Gutiérrez Maldonado al igual que el de la titular de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Namiko Matzumoto Benitez. Una vez más, Veracruz, está en la palestra nacional por los abusos policiales y ambos personajes cumplen con el dicho de que tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata.
Hace apenas unos días se hizo público un video en el que elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) cometen abuso de poder al interior de una bodega en Río Blanco por lo que fueron señalados de armar un montaje contra un empresario de la zona centro. El tema tomó tal dimensión que hasta el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, casi como defensor y vocero de la FGE, tuvo que referirse al tema y la titular Verónica Hernández Giadans, horas después tuvo que salir a desmentir el video.
Aún no se enfriaba ese problema cuando elementos de la Fuerza Civil le arrebataron la vida a dos menores de edad, de 14 y 15 años, en el municipio de Amatlán, mientras lavaban una camioneta en un patio de la casa. La autoridad dijo que se trató de un fuego cruzado, pero familiares y amigos afirman lo contrario. El problema escaló, iniciaron protestas donde acusaban a policías de supuestamente hasta robar casas y, ya muy caliente el plantón, abrieron fuego los uniformados en múltiples ocasiones como se aprecia sin truco alguno en videos de los ciudadanos.
También elementos de la SSP aplicaron la ley del garrote, esa que tanto les gusta, contra reporteros del municipio de Coatzacoalcos. El colmo fue que, aunque la dependencia quiso zafarse diciendo que les iniciaría proceso a los antimotines inmiscuidos, al otro día volvieron a agredir a la prensa durante una protesta, clara señal de que o les vale lo que diga su jefe, o simplemente es simulación y no les hacen nada.
La pregunta de los 64 mil es cuál papel juega la CEDH en todo esto. Pareciera el silencio de Namiko Matzumoto el agradecimiento por haberla dejado en la chamba; mientras siga cobrando, que pululen los abusos en este ya de por si violento estado.
@YamiriRodriguez