Texistepec, en el ojo del huracán

La vuelta a Veracruz en un teclazo
Yamiri Rodríguez Madrid
Con apenas 20 mil habitantes y una cuarta parte de ellos en pobreza extrema, Texistepec se volvió nota nacional por el asesinato de la candidata de Morena a la presidencia municipal. Este domingo, mientras realizaba un mitin de campaña, Yesenia Lara Gutiérrez fue asesinada a balazos, junto con otras cuatro personas que estaban ahí; otras tres resultaron heridas. El momento de terror se viralizó ya que se realizan transmisiones en vivo. Desafortunadamente, no es la primera persona candidata en ser ejecutada en este proceso electoral.
Tras los hechos lamentables, la Fiscalía General del Estado (FGE) inició una carpeta de investigación; el Organismo Público Local Electoral (OPLE) Veracruz condenó toda forma de violencia que atente contra la vida, la integridad y los derechos político-electorales de quienes participan en el actual proceso comicial. Hechos como el ocurrido, dijo, vulneran el tejido democrático y exigen una respuesta institucional coordinada y respetuosa del Estado de Derecho. Y la gobernadora Rocío Nahle recalcó que ningún cargo o puesto vale la vida de una persona y que van a dar con los responsables.
Incluso, en una entrevista radiofónica, la mandataria veracruzana expuso que ya hay coordinación con el secretario de Seguridad Pública federal, Omar García Harfuch y la Guardia Nacional para reforzar la seguridad y se investiguen los hechos. Asimismo, reiteró que se brinda protección a candidatos que lo han solicitado y llamó a salir a votar sin miedo y a confiar en que los ciudadanos decidirán por quienes representen bienestar y paz.
Pero el asesinato de la candidata morenista de Texistepec se sumó a otros hechos de violencia política en la entidad. Una semana antes, el 7 de mayo, Marte Bárbaro Hernández Canuto, excandidato a presidente municipal de Morena en 2021 y precandidato en 2025, fue asesinado a balazos en el municipio de Oluta, también al sur del estado de Veracruz.
Y el martes 29 de abril, Germán Anuar Valencia Delgado, mejor conocido como “El Napo”, otro candidato del Movimiento de Regeneración Nacional, pero a la presidencia municipal de Coxquihui, fue ejecutado en la zona norte; cuando iba de camino a su primer acto de campaña.
Pero lo cierto es que en los temas de violencia política también llevan una enorme responsabilidad las dirigencias de los partidos políticos y sus filtros para la selección de candidatos. Con tal de completar las planillas y obtener votos para ganar y/o colar sindicaturas, postulan a quien sea, sin investigar pasado, presente ni ligas, si son agresores de mujeres o deudores alimentarios. No es por estos casos en específico, sino por lo que sucede en cada proceso. Si el herido o asesinado es de otro partido, tratan de hacer leña del árbol caído acusando nexos con la delincuencia; si les toca a ellos, hacen mutis.
Si cada uno hace su parte, los procesos pueden ser en paz. Partidos políticos siendo selectos; autoridades estatales y municipales generando las condiciones necesarias para que aspirantes y candidatos puedan caminar tranquilos. Si no se hace así, este baño de sangre será cuento de no terminar.
@YamiriRodriguez