Redacción / Agencia. México., 29 de abril de 2025.-El bolillo para el susto es una creencia por todos conocidos en México. Se dice que después de un evento estresante que genero miedo en la persona, ayuda a calmar los nervios que se generaron.
¿Qué tan cierto es esto? ¿Es solo un mito? Aunque no lo creas, se han realizado estudios a respecto. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revela este misterio.
¿El bolillo para el susto sí sirve? Esto dice la ciencia
Comer un bolillo después de un susto es más que una tradición popular; tiene respaldo médico y psicológico, según compartió la UNAM en su Gaceta y en la revista UNAM Global.
“Échate un bolillo pa’l susto” es un consejo que ha pasado de generación en generación. Después de un sismo, un asalto o una noticia inesperada, muchas personas encuentran consuelo en este sencillo pan.
¿Qué pasa en el cuerpo cuando te asustas?
Según Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM, el susto activa una reacción de “lucha o huida” en el cuerpo.
La hipófisis estimula la glándula suprarrenal, que libera noradrenalina y adrenalina. Esto acelera el ritmo cardíaco y la respiración para prepararnos ante una amenaza.
Pero esa misma activación también dispara la producción de ácido en el estómago, lo que puede causar náuseas o una sensación de vacío.
Es aquí donde entra el famoso bolillo: al ser rico en carbohidratos, neutraliza parte de esa acidez y brinda una sensación de alivio. Además, masticarlo nos obliga a concentrarnos en otra cosa, lo que ayuda a calmar la mente.
¿Es un placebo el bolillo para el susto?
“El bolillo ayuda por su composición: es masudo, tiene corteza dura y aporta carbohidratos que disminuyen la acidez”, detalla Ortiz Olvera. No se trata solo de un consuelo emocional: el pan, o cualquier otro alimento similar, puede compensar el desgaste energético inmediato causado por el susto.
Eduardo Calixto González, profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM, lo confirma: el cerebro, en estado de alerta, demanda más glucosa.
Si estamos en ayuno prolongado, alimentos como el pan, un dulce o incluso un refresco, aportan la energía que el cuerpo necesita para estabilizarse, según explica.
¿Puede el susto causar diabetes?
Una creencia popular muy arraigada es que un susto puede “desencadenar” la diabetes. Ambos expertos lo desmienten tajantemente: si alguien desarrolla síntomas justo después de un evento estresante, es porque ya había un problema previo no diagnosticado.
De hecho, comer un poco de bolillo tras un sobresalto puede ser benéfico incluso para personas con diabetes, siempre con moderación.
Ortiz Olvera recomienda no excederse: tres bocados son suficientes para equilibrar el cuerpo sin alterar el aporte calórico diario, ya que una pieza entera contiene unas 180 kilocalorías.
¿El bolillo es lo único que ayuda?
Eduardo Calixto aclara que el bolillo no es un antídoto exclusivo. “Frutas, fibra o yogur también modifican el pH gástrico y ayudan a mitigar la acidez”.
Además, factores como la flora intestinal, el consumo de picante, refrescos, alcohol o el tabaquismo también influyen en cómo reaccionamos ante el estrés.
Incluso desmiente otra creencia: que no se debe comer aguacate cuando estamos enojados.
“Lo que sí puede ocurrir es que una dieta alta en grasas, combinada con sobrepeso o problemas hepáticos, ocasione complicaciones como cálculos biliares o pancreatitis, especialmente si el susto dispara la contracción de la vesícula”, adivierte.
Por último, el profesor de la UNAM subraya algo importante y relevante: el contacto humano cura.
“Abrazar, besar, estar en compañía de alguien genera oxitocina, la hormona del amor y el apego. Eso hace que nos recuperemos más rápido, incluso mejor que con un pan”.
Quizá por eso las recetas caseras funcionaban tan bien: no solo nos daban bolillo, también nos brindaban atención, apapacho y un sentido de seguridad. Eso sí que cura el susto.
«Un bolillo pa’l susto» en redes sociales:
@yodabeibi Un bolillo pal susto🥖
♬ Mouse eating sound – Alawi🇮🇶
Fuente: Milenio