Huerta, el pestilente: un lastre para sus candidatos.
Perfilando
* Pepe Peña, ni asesor, ni funcionario.
Por Iván Calderón
Los aspirantes a las alcaldías de Veracruz deben tener mucho cuidado con la figura del senador Manuel Huerta. Su sola presencia se ha convertido en un lastre para cualquier proyecto que toque o apoye, ya que, por su torpeza y su obstinación de querer seguir siendo el protagonista, está saboteando las posibilidades de éxito electoral de sus compañeros.
Sin duda.
Mientras los veracruzanos claman por leyes transformadoras que impulsen el bienestar de la ciudadanía, Huerta ha preferido inmiscuirse en disputas internas y en asuntos partidistas que, sin lugar a dudas, son competencia exclusiva de las dirigencias de MORENA. Manuel, en lugar de sumar, desgasta y sus constantes intervenciones sólo generan negativos para los personajes que supuestamente “respalda”.
En reuniones con figuras como Andrés Manuel López Beltrán se ha dejado en claro que Huerta se ha reducido a ser un portavoz inútil y un generador de conflictos internos, y que mientras el Senado debería ser un foro de trabajo serio y efectivo, Manuel Huerta prefiere malgastar su tiempo en debates y declaraciones vacías que distancian a la 4T de su verdadera misión.
Las dirigencias de MORENA cuentan con la capacidad y la estructura necesarias para gestionar los asuntos internos del partido, y es irrisorio que a un senador aborde responsabilidades que claramente no le competen. Reiteradas solicitudes para que se centre en su principal deber -legislar en beneficio de los veracruzanos- han sido ignoradas, dejando en evidencia su intransigencia y la crónica intromisión en temas que crean discordias.
Aún peor es que los aspirantes que pretende “respaldar” ven cada día más mermadas sus posibilidades, al quedar empantanados en la sombra de un personaje que, lejos de sumar, sólo resta con su insistente e improductiva intromisión en los procesos de designación de candidatos en los procesos municipales.
De hecho, desde la cúpula nacional se ha dejado claro que ningún funcionario debe entrometerse en estos asuntos, sin embargo, Manuel Huerta, en su necedad, sigue afirmando y entorpeciendo sin reparo, como chivo en cristalería, queriendo mandar, donde nadie lo pela.
La ciudadanía veracruzana merece representantes que realmente se enfoquen en crear leyes y políticas públicas transformadoras, no a un bufón político que desperdicia su tiempo en disputas vanas y ambiciones partidarias.
Es necesario que el senador Manuel Huerta se ponga a trabajar de verdad, dejando de lado los asuntos que solo desvían la atención de su labor legislativa. El progreso y el bienestar de los veracruzanos exigen un compromiso genuino, sin el lastre de un actor secundario que se niega a reconocer su papel.
Las decisiones políticas en Veracruz no serán obstaculizadas por la injerencia inútil de Huerta. Es hora de que el Senador se retire de la escena y entienda que ya no tiene ningún control, y que sus altercados solo dañan la imagen y el futuro de sus recomendados.
La instrucción es clara: todo lo que huela a Huerta, no será considerado.
Ya se verá.
POR CIERTO, en medio de las críticas que parecen buscar a toda costa empañar a la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, ella misma puso fin a un asunto que ha sido utilizado para sembrar dudas y alimentar la polémica, ante las acusaciones infundadas de que su esposo, José Luis “Pepe” Peña Peña, ostenta un cargo como asesor en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesca (Sedarpa), Nahle ha sido clara y contundente: Peña Peña no es asesor, ni funcionario público, y su colaboración en temas ganaderos es enteramente voluntaria.
La gobernadora Rocío Nahle García ha dejado claro que no hay lugar para las prácticas de nepotismo, y qué en su administración, la verdad y la transparencia, serán una constante. Y fácil, si hay dudas allí están los instrumentos de transparencia.
Fin.
@IvanKalderon
