ColumnaYamiri Rodríguez Madrid

Las trivialidades de Raymundo Andrade

La vuelta a Veracruz en un teclazo

Yamiri Rodríguez Madrid

Cuando los coatepecanos creían que el panista Enrique Fernández Peredo había sido el presidente municipal más gris que habían tenido, llegó el morenista Raymundo Andrade Rivera y le dijo: quítate que ahí te voy.    El Pueblo Mágico no necesitaba un decorador, sino una autoridad que pusiera orden y trabajara con eficiencia, pero ya en su recta final sigue cometiendo pifia tras pifia.

Coatepec está lleno de ambulantaje. Hasta en carros particulares se estacionan a vender comida, gorras y cuanta cosas.  Pero Raymundo Andrade no puede poner orden.

Coatepec está lleno de baches.   El boulevard Xalapa-Coatepec está intransitable, lo mismo que la entrada al Antiguo Camino a Coatepec -a la altura de la Plaza Orquídeas-, donde para pasar los hoyos de medio metro de profundidad, que tienen más de un año, hay que hacer alto total. Pero Raymundo Andrade no puede repararlos, ni siquiera gestionar ante la SIOP su reparación o que llegue el Bachetón.

Coatepec tiene pésimos servicios municipales.  Está sucio no solo en sus colonias, sino hasta en el centro. Le falta alumbrado público. No tiene la altura de Pueblo Mágico. Pero Reymundo Andrade no ha podido con su función primordial que es la de garantizar servicios de calidad.

Por eso no ejerce un liderazgo político. Las y los aspirantes le pasan por encima porque no tampoco en ese rubro sabe poner orden. Ha sido gris y hasta grosero, déspota en el trato con los ciudadanos.   Y, a como es el jefe, son los empleados.

Lo peor es el tema de inseguridad. Un día sí y el otro también, los fraccionamientos son blanco de la delincuencia con el robo a casa habitación. En las últimas semanas, varias casas del Fraccionamiento San José, que está además a solo unos metros del cuartel de policías, han sido robadas. Pero Raymundo Andrade no puede tampoco con ese tema.

Las prioridades de Raymundo Andrade en estos casi cuatro años, han sido decorar el municipio y mandar a clausurar las plumas de acceso a los fraccionamientos, como si eso fuese un legado.

La semana pasada su personal fue a soldar las plumas del Fraccionamiento La Trinidad, que tenía más de 10 años así, porque algunos de sus cuates le pidieron el favor de que el acceso sea sin tarjetón porque no quieren pagar. El tema es qué le va a decir Raymundo Andrade a su jefe político, el ex secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, si le llegan a robar en una de las tres casas que tiene ahí. Porque desde que el exfuncionario estatal ya no vive ahí, la policía dejó de entrar a dar rondines y ahora, tuvo la “ideota” de clausurar las plumas. A ver si no lo regaña su gurú.

Solo para eso le da a Raymundo Andrade.

@YamiriRodriguez

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