Redacción / Milenio. México, 20 de mayo de 2024.–El próximo gobierno de México tendrá que enfocarse en cómo sostener las finanzas públicas, esto debido a los compromisos contraídos con cargo al presupuesto, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
En su análisis semanal, el organismo empresarial detalló que si bien es cierto que, considerando la estimación preliminar de los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) 2025, los ingresos del sector público habrán aumentado 9.6 por ciento en términos reales a lo largo del sexenio, la política de gasto ha reportado aumentos mayores, generando un desbalance importante para 2024.
“Esto refleja la insuficiencia de las fuentes de recursos que ha caracterizado no sólo a este gobierno, y genera una situación deficitaria que podría extenderse por algunos años más”, destacó el Ceesp.
Mencionó que esta situación reflejó la necesidad de mayores recursos para hacer frente a estos desequilibrios fue la contratación de deuda, por lo que la estimación oficial anticipa que al cierre del sexenio el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (Shrfsp), el concepto de deuda pública más amplio será de 17 billones de pesos, 6.5 billones más que el sexenio pasado.
Además para 2025, la estimación preliminar considera un ajuste importante en el gasto público, es decir una disminución real de 8.8 por ciento, “lo que en principio parece buena noticia tras el excesivo gasto en años anteriores, aunque más allá de un ajuste realmente planeado, esto responde principalmente a la terminación de los proyectos insignia del gobierno”.
Previamente el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez dijo que “no hay una caída de gasto de un año para otro, sino hay una normalización sin que esa sacrifique niveles de gasto, que son tendenciales”.
Al respecto, el Ceesp comentó que es un hecho de que a pesar de que ya no habrá recursos para los proyectos insignia como el Tren Maya o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), los programas prioritarios permanecerán, por lo que se estima que para 2025 tendrán un costo total de 1.3 billones de pesos.