Redacción / Agencia. Chilpancingo, Gro. 07 de enero de 2024.- Cinco cráneos y un número indeterminado de cuerpos, todos calcinados, fueron localizados ayer en Buenavista de los Hurtado, Guerrero, por integrantes del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia «Minerva Bello». También reportaron que 15 personas están desaparecidas.
El viernes pasado, el sacerdote Filiberto Velázquez, director de ese organismo, denunció públicamente una masacre ocurrida el jueves en esa comunidad ubicada en el Municipio de Heliodoro Castillo, en la Sierra de Filo Mayor.
En una transmisión en redes sociales, Velázquez precisó que, además de los asesinados, seis personas resultaron heridas. También informó que se desconocía el paradero de 15 personas que huyeron de la comunidad el día de la agresión.
Sin embargo, la Fiscalía del Estado indicó en un comunicado que investiga sólo el homicidio de cinco personas, ya que tras realizar entrevistas y recorridos -junto con militares, GN y Policía estatal-, no obtuvieron información sobre personas heridas, desaparecidas o privadas de su libertad.
La dependencia indicó que pidió a los familiares y pobladores que presentaran denuncias y que se realizaran pruebas de genética para determinar la identidad de las víctimas, a fin de generar nuevas líneas de investigación, pero fue rechazado por los habitantes.
La Fiscalía agregó que los hechos de violencia derivaron de la confrontación entre los grupos criminales de La Familia Michoacana y Los Tlacos.
Medios locales refieren que los familiares de los occisos no permitieron que la Fiscalía se llevara los cuerpos, por lo que ellos mismos los envolvieron en bolsas de plástico para enterrarlos.
En redes sociales circuló ayer un llamado, al parecer de La Familia Michoacana, a los pobladores de Heliodoro Castillo a no ser partícipes de los ataques de Los Tlacos.
Asolan ‘Los Tlacos’ municipios serranos
La organización criminal de «Los Tlacos» controla la sierra de Guerrero, donde tiene a raya a sus rivales -principalmente La Familia Michoacana- y a punta de rifles y bombardeos con drones a comuneros, indican reportes ministeriales.
El grupo nació en 2017 como una policía comunitaria, pero ahora hasta disputa el control de Chilpancingo con otros grupos.
Sus integrantes se encuentran en el Municipio de Heliodoro Castillo, dónde también mantienen una lucha con «Los Ardillos».
A «Los Tlacos» se les atribuyen ejecuciones, producción de amapola y mariguana, y el cobro de cuotas por la venta de diversos productos.
Autoridades identifican a Onésimo Marquina Chapa y Humberto Moreno Catalán como sus creadores, pero han surgido nuevos lugartenientes.
Las operaciones de esos cabecillas mantienen varios frentes y sus amenazas llegan hasta legisladores locales, Ediles, policías y funcionarios del Gobierno estatal, reconocen fuentes de seguridad.
El año pasado, el grupo elevó su poder de fuego y de intimidación con el uso de granadas, lanzadas con drones en la comunidad El Caracol, del Municipio de Heliodoro Castillo, donde mantienen un conflicto con La Familia Michoacana.
Los ataques comenzaron a inicios de mayo y hasta fin de año, lo que provocó que más de 300 familias, entre ellas un centenar niños, se vieran obligadas a desplazarse.
Algunas se refugiaron en la Casa de la Cultura de Tlacotepec, cabecera municipal de Heliodoro Castillo, otros más se movieron a las ciudades de Cuernavaca, Morelos, Iguala y Chilpancingo, en Guerrero.
Reportes locales refieren que personal de la Policía estatal y del Ejército se trasladaría a la comunidad para frenar los ataques; sin embargo, no han tenido éxito.
Con información de Benito Jiménez / Reforma.