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Las “ante precampañas” y el reto a la autoridad electoral

De Interés Público

Emilio Cárdenas Escobosa

En la primera semana de septiembre los mexicanos tendremos a la vista el nombre de quienes abanderarán a las coaliciones oficialista y opositora, respectivamente, para la elección presidencial del 2024.

Mientras que Morena y adláteres andan movidísimos en su proceso de elección de lo que han llamado “Coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación», y han tomado ventaja en este adelantado y abierto proselitismo, la alianza Va por México no podía quedarse atrás y este lunes 26 de junio anunció que, primero, ahora se denominará Frente Amplio por México, y segundo y lo más importante, cuál va ser el método para elegir a  su “Responsable Nacional de Construir un Frente Amplio por México”.

Eufemismos en la denominación de quien saldrá elegido por las dos formaciones políticas que buscan en la práctica darle la vuelta a las disposiciones legales que establecen que los partidos deberán llevar a cabo sus procesos internos de selección a partir de noviembre.

O todos coludos o todos rabones, o si tú te adelantas y no te dicen nada yo lo hago también, parece la consigna en este caso.

La cuestión es que no importa el nombre que le pongan a quien habrá de resultar electo en estas primarias de las futuras coaliciones, lo que es un hecho es que ponen a la autoridad electoral en un brete puesto que está a la vista hasta ahora el enorme despliegue de propaganda y las concentraciones y movilizaciones de simpatizantes de los suspirantes de Morena, como seguramente lo veremos en cuanto arranque el proceso de las fuerzas opositoras que tendrán que contar con recolección de firmas, participar en encuestas y debates, previo a la jornada electiva en que elegirán a su abanderada o abanderado, según lo han anunciado.

Procesos en los que abundará, como hasta ahora, la propaganda y el despliegue de recursos para movilizaciones.

El caso es que el frente que agrupa al PRI, PAN y PRD tendrá listo el nombre el 3 de septiembre próximo, tres días antes del anuncio previsto por Morena, luego de concluidas sus encuestas y mediciones para tener candidata o candidato. El Frente Amplio opositor busca así remontar la ventaja que le lleva el oficialismo.

En septiembre, pues estarán definidos los contendientes. Hasta ahí todo parece muy normal.

¿Pero qué dice la ley al respecto?

El artículo 226 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales establece que las precampañas darán inicio en la tercera semana de noviembre, no podrán durar más de sesenta días y, sobre todo, que los precandidatos no podrán realizar actividades de proselitismo o difusión de propaganda por ningún medio antes de la fecha de inicio de las precampañas.

Y lo más relevante y que pondrá a prueba a la autoridad es que: “La violación a esta disposición se sancionará con la negativa de registro como precandidato”, tal y como establece este mismo numeral de la ley electoral.

Diversos expertos y analistas en la materia han advertido sobre lo que han llamado un fraude a la ley al buscar saltarse olímpicamente la normatividad en la materia y que ha dado lugar ya a quejas presentadas ante este inédito escenario de “ante precampañas”, por llamarlas de alguna forma.

En Morena no se viola la ley electoral, porque no se elige al candidato a la Presidencia de la República, de cara al proceso electoral de 2024, sino se elegirá al coordinador de defensa de la cuarta transformación, ha dicho el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ante lo cual se expresaron manifestaciones de rechazo de líderes opositores que ahora concluyeron que era mejor jugarle con las mismas cartas al mandatario y a sus corcholatas.

Por su parte, y como era de esperarse el Instituto Nacional Electoral ya dictó medidas cautelares para que los aspirantes del oficialismo se abstengan de promocionar su imagen y realizar actos que impliquen actos anticipados de precampaña y les recordó las prohibiciones existentes sobre el particular. Aunque para muchos esta manifestación del árbitro electoral parece más una forma de legitimación del proceso que otra cosa.

Se sabe que existen al menos 34 quejas de partidos políticos por presuntas violaciones a la Ley Electoral por parte de los aspirantes presidenciales y sus equipos en el proceso interno de Morena, de acuerdo a los dicho por la Consejera Claudia Zavala, quien preside la Comisión de Quejas y Denuncias del INE y ha reiterado que “a la autoridad electoral no la ha doblegado nadie para evitar que se sancionen a los aspirantes de Morena y enfatizó que se están analizando a fondo todas las denuncias que se han admitido para presentar desde el INE un proyecto de resolución”.

Pero ahora con el anuncio del Frente Amplio por México del inicio de su “ante precampaña” el reto para el INE será mayor puesto que debe evitar que los actos anticipados de precampaña de aspirantes presidenciales de Morena y de la oposición, descarrilen el proceso de sucesión presidencial que comenzará en septiembre próximo.

Ya veremos cómo se interpreta la ley y se fijan las reglas del juego, y desde luego habrá que esperar la determinación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuando este asunto llegue a su cancha.

Lo relevante en todo caso es recordar que el principio de la equidad de la contienda es la máxima de nuestro sistema electoral.

Pero esa equidad no puede fundarse en la permisividad hacia unos y otros.

La equidad se funda en reglas claras de observancia general que debe garantizar la autoridad electoral y que deben respetar, desde luego y sin subterfugios, los jugadores.

jecesco@hotmail.com

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