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“¡Cuitláhuac no es rata!”, López Obrador… ¿De verdad, no es rata?

Línea Caliente

Por Edgar Hernández*

¿Tampoco corrupto, ni guarda alianzas con el crimen organizado?

En el mundo bizarro de López Obrador, a quien se le ha recomendado se venga unos días a vivir al Veracruz de Cuitláhuac García, todo es felicidad.

Es más “¡Que afortunados son los veracruzanos en tener un gobernador como él!”.

Falso que estemos en el tercer lugar en Feminicidios; las pinches encuestadoras han mentido durante cuatro años al colocarlo entre los tres peores gobernadores del país; Cuitláhuac, según el Peje, ni es rata, ni servil; menos porro y jamás ofendió ni deseó la muerte a la Ministra Presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, al ponerla en sentido figurado dentro de un féretro que cargaba en el lomo el Bola 8. 

La neta es que este amigo de los veracruzanos -sólo 2 de cada 10 simpatizan con él- ni siquiera parece roedor, más bien tiene cara de Cuícaras.

El que no pueda explicar dónde están los 12 mil millones del presupuesto no ejercidos y devueltos a la federación no quiere decir que se los embolsó. El que no licite el 98% de la obra pública en Veracruz no es signo de ratería, sino de agilidad en el manejo del dinero público; ratas Santa Anna, Chirinos o Fidel y Javier… ¡Ah! ratas Calderón y Loret, pero no el simpático, buen hombre, honesto ¡Toda una bendición! que tanto gusta al presidente; ratas quienes no rinden cuentas y ni siquiera su declaración patrimonial -Cuitláhuac solo impidió se hiciera pública su fortuna que data de la época de su abuela Manuela ¿o no Atanasio?,  no sea que las verdaderas ratas se le vayan a echar encima-; ratas los mil 200 veracruzanos en prisión por venganzas políticas y delitos no cometidos, no por quien solapa escandalosos asesinatos políticos, crímenes de odio y desapariciones forzadas por el bien de sus gobernados; ratas los que hablan mal de este aborigen que no sabe pronunciar su nombre de corrido; ratas Monreal, Dante, Ebrard; ratísima el molesto Gutierritos no la ratota de Claudia ¡Por favor!

“Rata de dos patas” es el nombre de la canción que interpreta Paquita, la de Alto Lucero, no Rocío Nahle, a quien señalan de haber duplicado en 240 mil millones de pesos “Dos Bocas” de los cuales ¡Por ésta! no llevo un solo peso a su bolsa.

Rata el subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero… ¡Err… perdón, ese no! ese el solo el primo hermano del Cui, pero sí ratas Fox y Salinas; también lo es, una rata de cola larga, el joepu Loret, quien se la pasa denunciando las raterías de las familia en el poder; rata Ramos Amor, quien nunca explicó el desvío de 800 millones de pesos en medicinas… pero, mejor ese tampoco porque es de la flota de amigos con derechos; rata el exsecretario de seguridad pública Hugo Gutiérrez… pero, mejor ese tampoco porque se dice pariente de la no primera dama; rata ¡este sí! Manuel Huerta Ladrón de Guevara -que más bien es rata combinada con violador sexual- quien si bien es de los morenos es malquerido por el gober.

Rata el de comunicación social que se queda con los chayotes … mejor no, ese solo es pendejo.

En realidad, en Veracruz hay muchas ratas, pero esas están en el PAN, en el PRI, también en el PRD que fueron los que inventaron eso de desfilar con ataúdes; también ratas los del Verde si se les ocurre dejar la alianza con Morena; ratas todos los que han gobernado Veracruz -menos Cuitláhuac jejeje…-; ratas las familias de otros que gobernaron, viles fifis, conservadores, neoliberales, mequetrefes, malnacidos y deslavados… (dejo un espacio para que usted siga agregando adjetivos a esa caterva de ratas).

Ratas las ratas que se mueven en complicidad con los siete Cárteles que nos gobiernan, pero de ninguna manera ratas los que solo hacen negocios y piden moches, desvían recursos, se despachan con la cuchara grande en viáticos, disponen de autos y camionetas de lujo, los que no comen tacos de tripa gorda ¡Por favor! sino las mejores viandas de los restaurantes de postín; ratas los diputados que no son de Morena; ratas los periodistas a quienes les queda mejor el calificativo de chayoteros; ratas quienes distorsionan la verdad -putamentirosos- sobre la escalada feminicida en Veracruz y, tal vez gatos pero no ratas, los que simulan en el gobierno de Cuitláhuac transparencia y 99 por ciento de honestidad.

Ratas todos los priistas, menos López Obrador, quien, si bien estuvo en el PRI y fue un priista de cepa, no robó, si estudió -aunque tardó 14 años en titularse y enseñó a sus hijos a no ser ratas…

En realidad, en el mundo fantasioso de López Obrador todos los morenos de Veracruz que encabeza Cuitláhuac García Jiménez son unas blancas palomas.

Lástima que el apóstata es un mentiroso contumaz.

Tiempo al tiempo

*Premio Nacional de Periodismo

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