ColumnaYamiri Rodríguez Madrid

Las secuelas de Alor y el VIH

La vuelta a Veracruz en un teclazo

Yamiri Rodríguez Madrid 

Un dato en el que durante años se ha intentado hacer conciencia es que Veracruz se ubica en los primeros lugares nacionales de VIH y que uno de los grupos de mayor contagio es el de mujeres amas de casa. 

En 2020, la Secretaría de Salud estatal reportaba en un comunicado oficial que la entidad ocupaba el cuarto lugar nacional respecto a casos de VIH con registros en los siguientes municipios: Veracruz 6 mil 192 casos; Coatzacoalcos, 2 mil 691; Xalapa, mil 658; Poza Rica 942; y Córdoba, 938. 

En 2021, el dato más actualizado, el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida, nos ubicaba en tercer lugar, solo superados por Ciudad de México y Michoacán. 

El pasado 6 de abril,  la coordinadora del Grupo Multisectorial en VIH/Sida e ITS y de la Red Mexicana de Organizaciones contra la Criminalización del VIH, Patricia Ponce Jiménez, y el coordinador de Abogacía de AIDS Healthcare Foundation (AHF México), José Antonio Matus Régules, entregaron a la Presidencia del Congreso Local una Iniciativa con Proyecto de Ley para la Prevención, Detección y Atención Integral del Virus de Inmunodeficiencia Humana en el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. 

Se trata del  trabajo de más de tres años de activistas, como la periodista con perspectiva de género Brisa Gómez Portillo, que lo que buscan es abrogar la actual Ley para Enfrentar la Epidemia del VIH-SIDA en el Estado, por caduca en cuanto a terminología, además de que no incluye la perspectiva de género y la multiculturalidad de la entidad. 

Todos posaron para la foto, hablaron de su importancia, pero el tema va para dos meses y ningún diputado ha vuelto a hablar del asunto. El diputade Gonzalo Durán Chincoya estuvo presente en la entrega y ha trascendido que le quiere meter mano al trabajo de los expertos, sin él mismo serlo, para “perfecccionarla”. 

Recordemos que hace un tiempo los activistas buscaron al hoy ex secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, para trabajar la iniciativa de manera conjunta, pero al galeno no le interesó en lo absoluto y ya, tal vez fastidiado, se comprometió a “poner a alguien especial en la agenda LGBT de la Secretaría”. Era Durán Chincoya, asesor en la dependencia, aunque no se le conoce faceta de activista. 

Peor aún es que pese a las múltiples invitaciones para asistir a las jornadas de trabajo, nunca acudió al llamado; vaya, ni los correos electrónicos que le enviaban tuvo tiempo de contestar. 

Ahora hay preocupación de que le meta mano a la iniciativa con desconocimiento de causa y termine siendo un bodrio sin pies ni cabeza. Vaya, que si algo le aprendió Durán Chincoya a su jefe fue la soberbia y la testarudez. Ojalá recapacite. 

@YamiriRodriguez 

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