Redacción / Ventanaver. Tlaltetela, Ver., 28 de marzo de 2022.- Monseñor Jorge Carlos inició la IV semana de la cuaresma visitando la parroquia de Tlaltetela en la comunidad de Rincón de Poxtla, en donde se encontró principalmente con el movimiento Apóstoles de la Cruz, hermanos de los pobres.
Monseñor recorrió en automóvil varias comunidades de la parroquia, en algunas bajó del auto, saludó a los fieles que lo esperaban a orilla del camino, visitó sus capillas, oró con ellos ante el Santísimo Sacramento, bendijo a niños, ancianos, embarazadas y matrimonios. Después siguió su camino a Rincón de Poxtla; en la entrada de la comunidad lo esperaba el Párroco Juan Andrés Sánchez Fuentes, y un gran número de fieles y monaguillos que caminaron juntos hasta la capilla.
Al rededor de 1500 personas aguardaban la llegada del señor Arzobispo, y con vivas, banderas y cohetes fue recibido.
Al iniciar la Eucaristía, se mostró alegré, se dijo feliz y emocionado de estar compartiendo presencialmente la Eucaristía. Agregó que ofrecería la Eucaristía por las vocaciones y los enfermos.
Durante la homilía mencionó:
Este día la Palabra de Dios nos permite analizar 3 realidades.
El Señor nos hace alguien nuevo
La novedad es que nos alejamos de las cosas malas y comenzamos a acercarnos a Dios. Por lo tanto nuestra relación cambia, comenzamos a tratar de mejor manera a nuestros semejantes y eso es signo que Dios comenzó en nosotros a crear un ambiente, familia, trabajo, apostolados diferentes.
Te alabaré Señor eternamente.
Esta es la actitud que tenemos los apóstoles de Jesús, somos personas que alabamos, agradecemos y bendecimos a Dios, no somos personas que se olvidan de Dios. Somos personas que siempre encuentran motivos para agradecerle.
Acercarse a Jesús.
A veces dejamos al Señor y a María como último recurso y desde allí les pedimos. La Palabra de Dios muestra a un funcionario que le pide a Jesús por su hijo que está muriendo, pero sucede algo inesperado, Jesús no va a ver al muchacho, pero le asegura que su hijo ya está sano; sucede entonces el milagro por la Palabra de Jesús, su hijo sanó pero sana también por la fe del padre que cree aunque Jesús no vaya su palabra sana.
Pidamos a Jesús y a María que no necesitemos milagros, que su palabra nos baste.
Al final de la Eucaristía los grupos laicales compartieron un poco de su carisma y a la salida bendijo a los presentes.
La última etapa de esta visita fue la sede parroquial en Tlaltetela. Una caravana de 50 motociclistas de la comunidad de Poxtla y alrededores escoltaron al arzobispo desde Poxtla hasta Tlaltetela donde lo esperaba ya una gran multitud de niños acompañados con sus papás. Mons. Jorge Carlos se detuvo también a saludarlos y darles la bendición.