Columna

En la Opinión

Aspirantes a la UV

Jorge Manzo Denes *

Cada año la Universidad Veracruzana abre sus puertas para recibir a los estudiantes que, en su mayoría, recién egresan del bachillerato y buscan continuar sus estudios en el nivel superior. Esta población de aspirantes se enfrenta a una realidad brutal: los espacios disponibles son limitados y se admite sólo al 40% de ellos. A este hecho se suma uno más: la demanda excesiva de espacios en carreras convencionales, tendencia que requiere ser analizada en detalle.

Además de ese reto, que asumiré como Rector de la UV (incrementar gradualmente el número de aspirantes que ingresen), hay uno más que consiste no sólo en difundir de manera considerable la amplia y diversificada oferta con que cuenta la Universidad, sino descarar y demostrar las ventajas competitivas que ésta ofrece a los futuros estudiantes universitarios.

Por ejemplo, licenciaturas como Medicina, Derecho o Administración presentan de manera permanente una mayor demanda, mientras que para otras resulta significativamente menor. Es claro que esta problemática no es exclusiva de la UV, pero se requieren estudios detallados que permitan desarrollar estrategias que estimulen a los aspirantes a ampliar su visión sobre la diversificada oferta de la máxima Casa de Estudios de Veracruz.

Por otra parte, quiero recordar a usted, querido lector, que la Universidad Veracruzana es una institución con presencia a lo largo y ancho de la geografía del estado de Veracruz; sus campus o regiones están localizados en las grandes zonas metropolitanas de la entidad, franjas donde se concentra la mayor parte de la población estatal. A pesar de ello, la atención de los aspirantes que buscan lograr su ingreso sigue concentrándose en el campus Xalapa.

De lo anterior quiero evidenciar dos necesidades que requieren atención inmediata:
1) Aumentar la proporción de aspirantes aceptados por convocatoria.
2) Impulsar la descentralización y autonomía regional en este y otros rubros.

En el texto que publiqué el pasado 7 de abril, relacionado con la Ley General de Educación Superior (https://jorgemanzo.org/n/ley-general-de-educacion-superior), hice hincapié en dos aspectos fundamentales que ahí se marcan, la gratuidad y cobertura universal, como una obligación del Estado para garantizar el acceso a la educación superior a toda persona que acredite el bachillerato.

Por ello, en el nuevo paradigma trabajaremos para que con el paso del tiempo la UV cumpla con el mandato legal del acceso universal. Los diversos modelos educativos que he planteado en el nuevo paradigma (https://jorgemanzo.org/n/uv-debe-ir-hacia-un-nuevo-paradigma-educativo-jorge-manzo) permitirán que la UV termine con esta deuda histórica con la sociedad a la que nos debemos.

El crecimiento necesita impulsarse de manera paulatina para las cinco regiones que conforman a la Universidad Veracruzana, con una tasa de incremento anual que a su vez favorezca la descentralización y el impulso al desarrollo de cada región. Requerimos empezar el proceso de consolidación a fin de que en cada una de ellas se atienda una cantidad equivalente de la población en todas las áreas académicas, con un enfoque dirigido al acceso universal.

Sin embargo, el crecimiento debe darse con una oferta educativa que responda a la vocación regional, con la actualización y creación de nuevas oportunidades de licenciaturas, posgrados y demás modalidades de enseñanza. Con ello, estaríamos impulsando el desarrollo armónico y saludable de todas las regiones con el propósito de disminuir la brecha que hay entre cada una y, fundamentalmente, éstas con Xalapa e iniciar un plan para reducir las diferencias cualitativas y cuantitativas en el menor tiempo posible. Esta estrategia es impostergable.

Por otro lado, en lo que transitamos hacia el acceso o cobertura universal, continuaremos recibiendo a los aspirantes con el examen de admisión establecido. Mas, este solo examen nos inclina a aceptar o rechazar de manera equivocada a una proporción actualmente desconocida de aspirantes; y a acomodar, como mejor se pueda, a algunos no aceptados en ese primer filtro en las carreras de baja demanda que cuentan con espacios disponibles.

No obstante, desde el documento de instauración del Modelo Educativo vigente se propuso la necesidad de tener más elementos de juicio para aceptar o no a un aspirante. Se propuso analizar sus valores, actitudes, estado de salud y, de manera importante, su promedio de bachillerato y situación social.

Con este antecedente, a la par de estrategias para el acceso universal, en el nuevo paradigma propongo la reorganización del mecanismo para aceptación de aspirantes con estos elementos de juicio, a fin de asegurar una aceptación con menos errores. Ello, acompañado de las estrategias mencionadas para incrementar constantemente el porcentaje de aceptación de aspirantes hasta alcanzar la cobertura universal.

*Aspirante a la Rectoría de la Universidad Veracruzana; científico de esta casa de estudios en el campo de las neurociencias, con especialidad en el autismo; docente del Doctorado en Investigaciones Cerebrales; profesor con perfil PRODEP; miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel 3) y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. Fue Coordinador de la Maestría y Doctorado en Neuroetología, así como fundador y director del ahora Instituto de Investigaciones Cerebrales, y ha sido organizador de múltiples actividades docentes, así como conferencista en diversas instituciones. Es evaluador de proyectos Conacyt y revisor de manuscritos científicos en diversas revistas especializadas internacionales. Autor de numerosos artículos científicos nacionales e internacionales. Comentarios y sugerencias: contacto@jorgemanzo.org y jmanzo@uv.mx

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